Días de lluvia, la humedad lo satura todo y cuando esta finaliza, los gasterópodos recorren alegremente todas las superficies del huerto. Es en esos momentos cuando se adquiere conciencia de todos los caracoles que puede haber en un huerto, aunque no son los únicos, también hay bastantes babosas.
Los Gasterópodos terrestres disfrutan de un octubre como el actual. Temperaturas suaves, humedad frecuente, plantas de hoja de crecimiento abundante,… Prácticamente no hay superficies por donde ellos no aparezcan, aunque hay algunas zonas donde disfrutan especialmente.
El plantel de verduras para las ensaladas es una de las zonas donde más frecuentemente los encontramos y dónde hacen especial daño. Entre lechugas y escarolas es dónde más se notan sus efectos. Hay incluso plantas por las que tienen una autentica afición, concentrándose sobre ellas con gozo. Ellos disfrutan su comida.
Aunque las plantas que sufre las consecuencias no disfrutan en absoluto. En pocos días se las puede ver menguar. Por eso estos días de humedad es el mejor momento para reducir el número de comensales. Cuando llego al huerto reviso durante un rato las superficies del mismo, con la mirada puesta en caracoles y también en las babosas que vayan apareciendo.
Todos ellos los recojo. Son una buena fuente de proteínas, que mis gallinas disfrutan, aunque cuando llegan a ser demasiados hasta de eso se cansan, por lo que hay que ser constante e írselos dando repartidos y con cierta regularidad.
Cuando la tarea se realiza con cierta frecuencia, se reduce mucho la presión sobre las plantas, que medran más. Por ello merece la pena invertir un rato aprovechando que estas plagas se dejan ver con facilidad durante estos días lluviosos.©