Estos días pasados las flores del huerto se han visto muy visitadas por un escarabajo de la familia de los tenebriónidos: El Heliotaurus ruficollis, es un visitante de las flores muy común, un escarabajo muy abundante en esta zona al que vemos en gran número alimentándose y apareándose sobre las flores , tantos que de hecho en aquellas flores que visitan en exceso, estas se resienten y aparecen como ajadas, desgastadas y en parte comidas.
Es un escarabajo alargado de cabeza negra, con el pronoto, esto es la placa dorsal del tórax, de color rojizo, de intenso toque amarronado, más claro en ocasiones dependiendo de ejemplares y un abdomen negro, así como sus hélitros que están estriados. Con un tamaño que oscila entorno a los 15 milímetros, a veces con ejemplares más grandes.
Es un escarabajo de hábitos diurnos, al que se le conoce popularmente como Toro del Sol que se alimenta frecuentemente de polen, actuando al tiempo como un polinizador, pero no en exclusiva, pues las flores más visitadas se resienten a su paso. Es un escarabajo que está más activo a las horas centrales del día, preferentemente en días soleados y despejados. Nosotros durante estas dos últimas semanas ha sido el momento en que más concentración de estos insectos hemos visto.
Sus larvas van a quedar escondidas entre la hojarasca y los residuos vegetales del suelo alimentándose de ellos, pero creo que en parte el mismo escarabajo se alimenta de estos restos por la intensidad con la que parecen degustar las hojas de los Iris pseudoacorus y el desgaste al que someten a las flores, aunque quizá en la destrucción de algunas también colabore la Oxythyrea funesta que está ahora en plena época de difusión .
Desgaste que nos hace plantearnos en qué medida el escarabajo es bendición o maldición, y particularmente creo que no los echaría de menos, pues hay otros polinizadores que podrían ocupar su lugar, pero fuera de contemplarlos y hacer fotografías poco más hecho salvo pensar si los purines o infusiones de otras plantas podrían ayudar a camuflar y hacer pasar desapercibidas a aquellas que me interesase proteger. Lo malo es que coincide con época de mucho ajetreo en el huerto y este año ha sido la primera vez en que han resultado tan intensos. ¡Ver para aprender! ©
Buenos días
Me encantan estas entradas en las que nos das a conocer «animalitos» que se encuentran en el huerto. Me parece un lujo reconocer los animales y plantas que se ven en el naturaleza.
Estos en concreto no me son desconocidos pero tampoco he visto demasiados.
Por cierto que ganas tengo de que llegue el fin de curso, se me está haciendo muy duro estas últimas semanas. Así espero tener un poco más de tiempo para mi huerto y para «el tuyo»
Un saludo
Hola Chema! Realmente yo también tengo ganas de acabar, más ahora que ya se anda a medio gas por un lado y apurando por terminar cosas por otro. Además hay un montón de tareas pendientes de hacer aquí en el huerto.
Cuando has dicho que te parece un lujo reconocer a los animalitos, realmentees es así, y muchas veces es como saludar a un viejo amigo, a nuestros compañeros de tarea, en otras es ese conocido al que no le quitas la vista de encima, y le sigues con la intención de minimizar sus daños. Pero para unos y otros siempre con un ojo conocedor que les dice» Te conozco, a ver que haces».
Me alegra saludarte
Los heliotaurus, han aparecido por primera vez, e invadieron el maracuya, destruyen las hojas, a las plantas pequeñas las han devorado. Me llama la atención, que en la mayoría de los casos andan en parejas. Otra característica, es que los ahuyentás y desaparecen por un día y luego reaparecen. No intento combatirlos dado que está dentro de un huerto orgánico y no se utilizan pesticidas. Adios.
Pero no es necesario combatirlos, a veces no hay más que despistarlos, cambiando el aroma que sueltan las plantas, por otro que no les sea tan atractivo, con alguna maceración o algún extracto. Un saludo