Tras los cultivos del verano, que se han prolongado hasta mediados del otoño, este año hemos tardado en retirar los restos de los cultivos, junto con los palos y las cuerdas que son en ocasiones necesarios para cultivarlos. Todo ello, junto con la lluvia, ha hecho que se haya visto retrasada la sementera.
Por esta razón los ratos en que nos acercamos al huerto hemos ido ocupándonos de esta tarea. Pero todavía quedan restos que impiden que la misma se pueda abordar en su totalidad.
Cuando vamos realizando la siembra en primavera frecuentemente se siembra en función de los terrenos que haya preparados para ello y procurando colocar juntos cultivos con ciertas necesidades similares. Cada cultivo tiene unos ciclos, y en esta época unos responden a los riesgos de la helada, por lo que ya están muertos o recogidos, mientras que otros no lo hacen.
Ahora todavía permanecen en el huerto una parte de esos cultivos, es el caso de zanahorias, puerros, acelgas, la familia de las crucíferas, con repollos, coliflores, romanescos, kales, … Estos cultivos deberán seguir en el huerto ocupando su espacio hasta la primavera. Mientras tanto en los espacios libres deberíamos poner un poco de abono verde, en unos casos y algunos semilleros en otros. También un poco de poco centeno y espelta, así como habas y guisantes tempranos que vayamos a sembrar.
¿ Cuándo vamos a poder iniciar estas tareas? Por época es hora más que suficiente, pero el terreno está demasiado encharcado en un terreno arcilloso como es el nuestro. No nos queda más remedio que esperar que la helada ayude a secar un poco el suelo y que salga el sol, que hasta ahora no se ha manifestado demasiado potente a lo largo de este otoño que llevamos. ©