Las tareas de mantenimiento en el huerto ya hemos visto que pueden ser muchas y sin duda ninguna el control de malezas es una de ellas. En el huerto la presencia de una valla perimetral ayuda a la conservación de todo lo que hay dentro ( Huerta sin cerca no es huerta), pero al mismo tiempo es causa de mucho trabajo.
La existencia de una valla supone un punto de parada para las aves, que al aterrizar en el borde superior suelen dejar caer sus deyecciones en el suelo, en la zona cercana a la misma, motivo por el cual es tan frecuente la existencia de zarzas y otras plantas que usan el aparato digestivo de las aves como un estimulo para la nascencia de las plantas.
En nuestro huerto el invernadero se inició cerca del borde de la valla, pero las sucesivas ampliaciones iniciales terminaron colocándolo junto a la misma cerca de la valla. Esto ha supuesto dos focos de problemas juntos. Por un lado la propia valla y por otro que el plástico del invernadero quede montado entre la estructura del invernadero y la de la cerca metálica. Una zona ideal para el nacimiento de zarzas.
El control de las zarzas es frecuente que esté bien realizado en el interior del invernadero. Según se van viendo, se van quitando. Pero no es así en su exterior. Zona donde han ido creciendo con gran libertad. Por ello se hacía imprescindible eliminar la sombra que las zarzas producían en el interior del mismo.
Esta tarea precisa sobre todo de paciencia. Y a continuación de unos buenos guantes junto con una tijera pequeña que se pueda meter a través de los agujeros de la valla.
Entre la valla y el invernadero se acumulaba materia vieja, zarzas secas, junto a las zarzas, bien largas del crecimiento anual. Poco a poco fuimos sacando las zarzas, cortando y tirando. Y colocándolas para quemar.
Nos queda tarea por realizar. Hay que rematar todo ese borde. Pretendemos arrancar en lo posible las raíces de esas zarzas. Pero como siempre quedan raíces que pueden rebrotar, voy a poner cartones en el suelo a ver si eso ayuda a limitar el nacimiento y crecimiento de las mismas. De modo que si salen en el interior, o sea por dentro del invernadero, allí será más sencillo quitarlas.©