Archivo de la categoría: Cocina Vegetariana

Usos del fruto del Solanum muricatum

Fruto del Solanum en esta época

Fruto del Solanum en esta época

Uno de los frutos del huerto sorprendente por lo bien que se conserva desde finales de octubre en que los quité de la planta hasta ahora que los estamos consumiendo, son las frutas del Solanum muricatum.

Frutos en la planta

Frutos en la planta

Está fruta recién recogida no me gusta, la encuentro sin gracia, sin madurar, por lo que coloco las piezas en una caja en el garaje y allí las olvido durante una temporada. No pasa nada, pues aunque sean frutas que están llenas de agua, salvo que reciban golpes, en la experiencia que llevo con ellas,  no se pudren.

Cuando los frutos abandonan su color  blanco verdoso y comienzan a tener un cierto tono ocre-dorado, con las rayas de  tono amoratado más intenso, comienzo en pensar en usarlos.

Pelados, antes de pasarlos por la batidora

Pelados y cortados, antes de pasarlos por la batidora

Lo primero que resulta sorprendente al abrir el fruto es la cantidad de líquido que se almacena en su interior.  La carne tiene una cierta textura de pera fina, sin granillas, colocada en torno a unas semillas menudas que  procuro ir recogiendo, dado que no son muy abundantes.

La fruta hace una buena base para hacer batidos, en especial me gusta el batido de solanum con zumo de naranja,  que dependiendo de la madurez de la fruta adquiere un sabor que va desde toques de  naranja con plátano, a en otras ocasiones con un sabor  más exótico, cuando dependiendo de su nivel de madurez, su aroma se hace más intenso.

Batido de naranja y Solanum

Batido de naranja y Solanum

También me gusta esta misma composición pero incorporándole kiwi,  y donde el toque ácido de este le añade un punto agradable. Su textura y aromas me recuerdan un poco a la papaya, pero su aroma puede ser más intenso que el de  las papayas ya que estas, las pocas veces que las he comido,   no sabían demasiado.

Batido de naranja, solanum y kiwi

Batido de naranja, solanum y kiwi

La fruta con su abundante líquido está llena de vitaminas y minerales y sus beneficios son numerosos  y notables como podemos consultar en este enlace, por lo que incorporarlo con cierta regularidad en la dieta  resulta de interés. ©

Pasteles de garbanzos

Pastéis de grão

Pastéis de grão

El año pasado tuve la oportunidad de estudiar un poco de portugués, ello me permite curiosear de vez en cuando  por las webs del país vecino y ver que se está haciendo en sus blogs,  en especial los de gastronomía. Tienen una cocina rica y variada, con una forma de trabajar sus productos diferente de la nuestra, y por ello muy interesante.

Garbanzos cocidos

Garbanzos cocidos

Particularmente me estoy aficionando a los dulces portugueses. Pienso que tienen una muy buena repostería, en ocasiones muy original. Este es el caso de estos pastéis de grão, o en su traducción al castellano, pasteles de garbanzos.

Esta es una receta rápida y fácil de hacer que utiliza este producto del huerto como materia de base. Los ingredientes empleados para realizarla han sido:

Moliendo los garbanzos

Moliendo los garbanzos

  • 300 gr de garbanzos cocidos
  • 1 placa de hojaldre congelado
  • 250 gr de azúcar
  • 60 gr de harina
  • 20 gr de aceite
  • 4 huevos
  • una cucharadita de canela
Mezclando los huevos

Mezclando los huevos

Comenzamos cociendo los garbanzos, lo que no hicimos para esta receta en concreto, sino  que aprovechando que hicimos un potaje, cocimos 300 gramos  de más.

Los garbanzos cocidos los colocamos en la batidora junto con el azúcar, el aceite, la canela, molemos todo bien y lo mezclamos, los huevos se los fuimos echando poco a poco, y    luego le incorporamos la harina.

Cortando el rulo de hojaldre

Cortando el rulo de hojaldre

Se dejó que  la plancha de hojaldre congelada, se descongele. Luego se enrolló sobre si misma y se hizo un rulo, cortando  piezas como de un centímetro y medio. Con ellas  forramos los moldes  para colocar la base hojaldrada que luego rellenamos con  la crema de garbanzos.

Forrando los moldes...

Forrando los moldes…

... rellenando con la crema de garbanzos

… rellenando con la crema de garbanzos

Se precalentó el horno colocando calor por encima y por debajo,  a unos 180º.  Se metieron  los moldes con la masa y se dejaron  dentro del horno  hasta que estuvieron dorados, dependiendo  de hornos, pero   en torno a 20 minutos.

Recién sacados del horno

Recién sacados del horno

Cuando se sacaron se dejaron enfriar. Los pasteles se conservan bien por unos días siempre que se guarden en una caja. ©

Con un suave dorado

Con un suave dorado

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Pasta con pesto de albahaca

Albahacas

Albahacas

Este año va siendo un buen momento para las albahacas. Sembré principalmente de mi propia semilla y nacieron bien, tanto en los semilleros como más tarde en siembra directa en el terreno, donde me gusta poner un trozo. Me encanta el aroma de las albahacas, tanto en fresco como en seco y suelo intercalar plantas entre los pimientos, que también van muy bien.

En la cocina

En la cocina

Piñones en la sartén

Piñones en la sartén

Las plantas están ahora en pleno apogeo, a punto de comenzar la floración muchas de ellas, pero todavía no. Al estar la albahaca  en su momento   nos hemos propuesto probar diferentes recetas con ellas. No conocíamos nada de los pestos, esa famosa salsa italiana, por ello  aprovechando que también estamos en época de piñones  nos hemos lanzado al ruedo.

Por lo que hemos ido viendo el pesto es una salsa muy personal, hay muchas variantes de receta, por lo que cada uno tiene la suya. Nosotros para este primero empleamos un buen puñado de piñones pelados (cuatro cucharadas), un buen  montoncito de hojas tiernas de albahaca (quizá unos 50 gramos), 100 ml de aceite de oliva, aunque la emplearemos conforme fuimos  viendo ,  100 gramos queso parmesano  recién rallado, sal , ajo al gusto.

Albahaca recién lavada lavada

Albahaca recién lavada lavada

Empezamos calentando a fuego lento  en una sartén los piñones para conseguir que estuvieran bien secos y se pudieran majar bien en el mortero.

Majando

Majando

Rallando el parmesano

Rallando el parmesano

Preparamos las hojas de albahaca, pero no la lavamos hasta el momento de emplearlas, pues se oxida mucho con el agua. lavamos y secamos. Rallamos el queso parmesano.

Majando piñones....

Majando piñones….

Comenzamos machacando la albahaca  con el mortero de acero inoxidable, pero le incorporamos el aceite  y nos pasamos a la batidora, pues no terminaba de majarse bien, se le añadió  el queso parmesano, nuestra intención era no emplear demasiada aceite.

Majamos los piñones con el mortero  y los ajos, se incorporó la pasta a la mezcla de la albahaca. Se probó la mezcla y se le añadió un poco de sal.

...con el mortero

…con el mortero

Mezcla de piñones y pasta de albahaca, aceite y queso

Mezcla de piñones y pasta de albahaca, aceite y queso

Mientras en abundante agua con sal se fue cociendo la pasta, unas cintas. Cuando estas estaban cocidas «al dente»,  se escurrieron, reservando un poco de agua.

Pesto con agaua caliente

Pesto con agua caliente

Tomamos la pasta de albahaca que íbamos a emplear,  la colocamos junto a un par de cucharadas de agua caliente de la usada para cocer la pasta , mezclamos bien, encima colocamos las cintas, seguimos mezclando y revolviendo bien los ingredientes hasta  que quedaron de nuestro gusto y ya estaba  listo para servir.

Mezclar con la pasta

Mezclar con la pasta

Sobró pesto  suficiente para otra ocasión que colocamos en el frigorífico, y que consumimos posteriormente.  Sabores distintos, una cocina diferente, pero  particularmente atractiva para mi, no será la última vez que experimentaremos con el pesto. ©

Aromas mediterráneos

Aromas mediterráneos

Cardos con adobillo de espárragos

Pencas de cardos

Pencas de cardos

Estamos acabando con la temporada del cardo que con tanta lluvia ha estado muy tierno y jugoso y ahora está comenzando a llegar la temporada de los espárragos, de hecho ya han aparecido los primeros (todavía son  escasos para ser el ingrediente principal),  que mejor que intentar conjugar ambos. Por ello hemos elaborado esta receta.

Primeros espárragos

Primeros espárragos

El cardo limpio, troceado y  cocido como suele ser habitual, bien tierno. Los espárragos verdes asomando ya los primeros en el jardín de casa,   lavados, troceados y   eliminada la parte dura.

Ajos...

Ajos…

...y pan frito

…y pan frito

En una sartén se fríen unos ajos sin que se quemen, y en ese mismo aceite unos trozos de pan, cuidando también que se doren, pero no se  tosten. Posteriormente se colocan en un mortero los ajos con el pan frito y se majan, y se le incorpora un chorro de vinagre, dejando  este majado de momento a la espera.

Espárragos listos con brotes aparte

Espárragos listos con brotes aparte

Cebolla troceada

Cebolla troceada

Con los espárragos en la sartén

Con los espárragos en la sartén

Como los espárragos son pocos, incorporamos también algo de cebolla a la  composición. Esta se trocea y se va a sofreír en un poco de aceite de oliva. Los espárragos se pican y se dejan aparte las puntas pues son más tiernas y se incorporan más tarde a la sartén.

Adobillo listo

Adobillo listo

Se saltea todo ello y cuando ya va sofrito se le añade el majado, se le dan unas vueltas en la sartén se ajusta la sal, si fuese necesaria y ya está listo el adobillo.

Listo para su consumo

Listo para su consumo

En nuestro caso los cardos estaban muy cocidos y no queríamos desarmarlos más, por lo que se vertió directamente el adobillo sobre el cardo en los platos, pero  queda bueno también dándole unas vueltas a los cardos dentro de la sartén con ellos. ©

Se equilibra bien el aceite y el vinagre del adobillo con el sabor de los espárragos y del cardo

Se equilibra bien el aceite y el vinagre del adobillo con el sabor de los espárragos y del cardo

Remolacha en la mesa

Remolacha con queso fresco y zanahoria

Remolacha con queso fresco y zanahoria

Este año la remolacha está triunfando en la mesa. Ha gustado y hay poco secreto en su éxito. La única diferencia respecto a otros años es que este año  además de la remolacha de siempre que al llegar el invierno suele hacer grandes cabezas y se forran de una piel bastante gruesa y de carne un tanto recia,  este año he sembrado otro tipo de remolacha de frutos más pequeños que se han mantenido mucho más tiernas y jugosas y con ello más apetecibles. Además de estar especialmente dulces.

Remolacha y zanahoria

Remolacha y zanahoria

Quizá sea esa la razón por la que la mayor parte de las veces el consumo de la misma lo hemos realizado como ensalada. Ensalada como alternativa a la de achicoria en este periodo del centro final del invierno.

Zaanahoria

Con naranja y queso

Unas ensaladas en las que se suele combinar con la zanahoria fresca y cortada en rodajas, en ocasiones con queso, pero en otras ocasiones con naranja. Una naranja que pierde rápido su identidad al ser mezclada con el toque rojo de la remolacha y que resulta muy agradable en el contraste de texturas y de sabores. También las hemos probado con rúcula y el toque ahumado de la rúcula le sienta bien a la remolacha.

Remolacha y naranja

Remolacha y naranja

Para aliñarla lo mejor es probar y combinar. Lo más habitual  el aceite, sal y vinagre. Vinagres que no siempre son los mismos dan toques diferentes a ingredientes similares. Pero en otras ocasiones hemos experimentado con la mostaza de Dijón, unas cucharadas rebajadas en salsa de yogur  e incorporadas al aliño  son también una posibilidad agradable.

Con naranja y rúcula

Con naranja y rúcula

Pero desde luego todavía estamos a tiempo de seguir experimentando, queda  mucho  invierno, quedan remolachas en el huerto  y muchas ensaladas  por comer y de vez en cuando seguiremos probando que otras posibilidades  se le ofrecen con los nuevos brotes de la primavera. ©

Bizcocho de zanahoria con nueces

Lavadas y peladas, listas para usar

Lavadas y peladas, listas para usar

Zanahori cocida

Zanahoria cocida

Con una buen momento en la recolección de zanahorias  resultaba inevitable queen algún momento  intentase realizar el  bizcocho de zanahorias, bizcocho  al que desde hacía tiempo   le tenía echado el ojo y  ahora, llegó la ocasión. Es un bizcocho relativamente sencillo que requiere los siguientes ingredientes:

Nueces

Nueces

  • 360 gr harina
  • 360 gr azúcar
  • 250 gr aceite, mezcla de aceite de oliva virgen y  de girasol
  • 400 gramos de  zanahorias cocidas y molidas
  • 4 huevos ecológicos de nuestras gallinas
  • 10 gr levadura
  • 5 gr bicarbonato
  • Un pellizco de  sal
  • 1 cucharadita de  canela  en polvo
  • unos 100 gr de nueces tostadas troceadas

En un cuenco  mediano mezclamos  por un lado todos los ingredientes secos: la harina, la levadura, el bicarbonato, la  canela y la sal y reservamos de momento.

Aceite y azúcar

Aceite y azúcar

Incorporando las zanahorias

Incorporando las zanahorias

Añadiendo la harina

Añadiendo la harina

En un cuenco  grande ponemos el aceite con  el azúcar  y comenzamos a batir, posteriormente le incorporamos los  huevos. La zanahoria la  hemos cocido  al vapor y  luego la hemos pasado por la batidora, pero procurando que quedase algunos trozos enteros. Le hemos añadido las nueces poniéndolas un tiempo en el horno para que se tostasen. Se mezcla bien todo

Se incorpora poco a poco la mezcla de harina pasándola por el cedazo  y se mezcla con cuidado hasta que esté integrada toda en la masa. Se vierte posteriormente la masa sobre un molde previamente engrasado, se le dan unos golpes suaves para que la masa se asiente de forma homogénea en todo el perímetro.

Masa antes d eentrar al horno

Masa antes de entrar al horno

Con el horno precalentado, se hornea a 180ºel bizcocho durante unos 40-50 minutos,  comprobando con un palillo antes de sacarlo   que esta cocido en su interior.

Recién sacado del horno

Recién sacado del horno

En la rejilla

En la rejilla

Textura del bizcocho

Textura del bizcocho

Al rato de sacarlo del horno  se desmolda y se pone en la rejilla para que termine de enfríar. Sale  un bizcocho grande. Es un bizcocho untuoso, que apenas tiene sabor de las zanahorias que incorpora. Las nueces le aportan más ricas texturas. Se conserva  bien durante varios días sin perder apenas de sus cualidades.©

Ensalada con/de achicoria

Preparando la achicoria

Preparando la achicoria

Mezclada

Mezclada

Como ya hemos comentado estamos en plena época de las achicorias, que han sido todo un descubrimiento este año.  Estas verduras amargas y crocantes resultan sorprendentes y como verdura fresca son muy  especiales.

Textura, color y sabor

Textura, color y sabor

Utilizamos  las achicorias frecuentemente en las ensaladas realizadas   a lo largo de estos  meses y quiero comentaros aquí algunos aspectos que hemos notado en relación con ellas y que quizá podamos contrastar y enriquecer  con lo que vosotros opináis.

  • Lo primero de todo  es que posiblemente sea cierto es que no todas las bocas  estén hechas  para el sabor de las achicorias, pues son amargas, pero  pese a ello creo que si que se debe de intentar promover su consumo, pues los principios amargos de la achicoria son altamente adecuados para la salud.
  • Aunque las achicorias tienen un profundo sabor amargo, también es cierto que si están blanqueadas saben mucho menos y más cierto es que conforme vas consumiendo la ensalada, el paladar se adapta y embota y  ya no sabe tan intenso el amargor a partir de la tercera vez que metes el tenedor en la boca. Hay una especie de adaptación de las papilas gustativas.
  • La ensalada de solo achicoria es un reto para comenzar con ellas, lo mejor es mezclarla con otras verduras, de esa manera resulta  mucho más fácil habituar el paladar y muy atractivo el contraste entre los diferentes sabores: dulces, salados, ácidos, amargos, … que se pueden encontrar en estas mezclas.
  • Conforme el invierno  y sus rigores se hace más intenso su amargor se reduce, siendo pues estas las mejores épocas en relación con  un menor nivel de amargor.
  • Otro aspecto que acentúa  o reduce el amargor de la achicoria está en relación indirecta al tiempo que lleva cortada la planta. Hemos notado que sabe menos amarga recién cortada y sobre todo sabe menos amarga si está poco tiempo cortada y lavada, esperando ser consumida.
  • Finalmente comentar que la achicoria no solo es un goce para el paladar, también la vista disfruta del rico colorido que las mismas aportan a los platos.
Hermoso cogollo

Hermoso cogollo

Pronto al cabo de consumirla unos días se  deja las ensaladas con achicoria para pasarse a la ensalada de achicorias.  Para gustos están los sabores. ©

Bizcocho de calabacín con arandanos rojos y nueces

Planta con calabacines

Estamos en plena temporada de calabacines en el huerto y el otro día  me enteré de esta receta que  de entrada me sorprendió, pero tras haberla probado no será la última vez que la volvamos a hacer.

Este bizcocho lleva: 3 huevos, 300 gr de calabacín pelado y cortado menudo, 150 gramos de azúcar, 180 gr de harina, 80 gramos de aceite de oliva, 100 gr de  arandanos rojos, 50 gramos de nueces,  1 cucharadita de royal, raspadura de limón, 1 cucharadita de canela, 1/2 cucharadita, escasa, de sal.

Azúcar y huevos en movimiento

…ralladura de limón,

..la canela…

..con el calabacín

Tomamos la batidora y mezclamos los huevos con el azúcar hasta que la mezcla  se pone espumosa, se le añade con cuidado el aceite y se sigue mezclando. A continuación se añaden la ralladura de limón,  la canela  el calabacín limpio y troceado,  la sal. Se mezclan con cuidado.

Con los arándanos

Se cierne la harina a la que se ha añadido la cucharadita de royal y se incorpora despacio  a la mezcla. Se añaden los arándanos deshidratados y las nueces peladas y troceadas, ya está listo para poner en el molde.

Se engrasa un molde y se le echa un poco de harina procurando que cubra todas las paredes, a continuación se  vierte la mezcla con cuidado, procurando que quede repartido por igual, se le  puede dar unos pequeños golpes en el lateral para conseguir que se distribuya uniformemente.

Dentro de la bóveda del horno

Nosotros hemos usado el horno de leña, tras haberlo empleado para otros fines. Cuando ya el horno iba con menos fuerza lo hemos metido dentro  hasta que se ha cuajado subiendo la mezcla. Antes de sacar se debe comprobar con una aguja que el bizcocho está bien cocido.

Enfriándose

El resultado es un bizcocho sabroso y esponjoso, donde el calabacín se confunde con una fruta, que le aporta jugosidad y lo hace atractivo. Su colorido es especial. el horno de leña aporta unos tonos a las masas  totalmente diferentes a los de los hornos convencionales y les aporta el aroma de la madera.

Delicioso y lleno de texturas

El bizcocho ha quedado bien, quizá la única pega es que está   un poco flojo de harina. Posiblemente cuando lo vuelva a repetir le añadiré 200 gr  de harina en lugar de los 180. Espero que lo disfrutéis.  ©

Ensalada temprana de primavera

Ensalada temprana de escarola, berro de jardín, lechuga y rabanitos blancos

Hoy voy a hablaros de los privilegios de producir las propias verduras que nos permiten realizar ensaladas difíciles de conseguir por otras vías con la tersura  y calidad de estas. Es una ensalada de primavera, con las últimas escarolas, muy suaves por la acción de los hielos, las primeras lechugas, unos rabanitos y  un poco de berro de jardín.

Escarola

Rabanito Candela di Ghiaccio

Berro de jardín o Lepidium sativum

El  principal privilegio de estas ensaladas es la cantidad de vitamina C que nos ofrecen los diferentes ingredientes que vamos a emplear, en una época en que la astenia primaveral puede hacerse sentir sobre el organismo y en que las vitaminas presentes en la dieta disminuyen,   esta ensalada ayuda a regular el organismo y a depurarlo, preparándolo para afrontar los retos del día a día.

Mezclando ingredientes

Es una ensalada sencilla, y en lo posible si se puede se debe realizar con las verduras  recién recogidas: Lavamos la verdura con cuidado, siempre puede haber algún insecto, caracol o oruga en la misma. La  troceamos    e le incorporamos el rabanito en finas rodajas tras haberle raspado su piel.

Con un buen aliño

En ella se mezcla el crocante de los berros de jardín con su ligero toque picante con la tersura dulzona de las primeras lechugas y el gusto d elas escarolas, todo ello aromatizado por un buen vinagre, un toque de sal y un buen aceite de oliva virgen. En la mesa solemos poner cantidad y siempre nos la peleamos, es un placer. ©

Coles de bruselas con chalotas y alcaparras

Esta es una receta sencilla para una época en que las coles de bruselas están en su mejor momento. Las heladas las han ido suavizando, por lo que su sabor no es tan intenso como puede llegar a ser.

Ya despojadas de la cubierta exterior

Necesitamos unas coles de Bruselas bien prietas, chalotas, alcaparras y almendras junto a un poco de sal y de aceite virgen de oliva.

Chalotas listas para usar

Debemos eliminar las hojas exteriores, sobre todo las que puedan estar un poco heladas pese a que las coles de bruselas resisten realmente bien el frío, y posteriormente lavarlas..

Cociendo al vapor

Una vez lavadas las ponemos a cocer al vapor. Resulta realmente curioso lo rápido que están listas  con este sistema.

Chalota laminada

Preparamos mientras tanto las chalotas, las hacemos juliana,  y poniendo  un poco de aceite en un wok las ponemos a pochar.

Pochando cebolla e incorporando alcaparras

Hay que tener cuidado de que no se nos queme la chalota al pocharla, pues siempre nos daría un sabor amargo a la receta.

Cebolla y alcaparras

Mientas se trocean las alcaparras y se  incorporan a la sartén  cuando la chalota ya  va cristalizada.

Mezcladas en la sartén

Las coles no hay que olvidarlas, cuando están cocidas pero no demasiado blandas se sacan  con cuidado de no desarmarlas demasiado, y se incorporan a la sartén también, dejándose hacer un poco con el conjunto para combinar sabores, es el momento de poner un poco de sal.

Coles de bruselas con chalotas, alcaparras y almendras

Se retiran del fuego. En una sartén aparte se fríen unas almendras, cuidando de que no se pongan  demasiado tostadas, se sacán del fuego y se trocean. Se incorporan al plato justo antes de servir para conserven en lo posible el crocante tan carácterístico de los frutos secos. ¡Buen  disfrute! ©