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El suelo de mi huerto

Preparando el suelo

Preparando el suelo

El suelo de mi huerto ha cambiado mucho desde su primer año. De la tierra arcillosa,pesada y duramente compactada, progresivamente vamos evolucionado hacia un suelo con la estructura más suelta.

Suelto y esponjoso

Suelto y esponjoso

No es que la arcilla haya disminuido en el huerto, pero poco a poco  al ir integrando materia orgánica en el terreno y al ir abonando con humus, la tierra ha multiplicado su carga de bacterias, que son las que se encargan de hacer más suelto el suelo.

Suelo en construcción

Suelo en construcción

Muchas son las enmiendas que se añaden a la tierra de huerto:

  • Cada año se incorporan al suelo los restos vegetales de la temporada, que se han ido trasformando en el montón  del compost.
  • También se le añaden los restos del mulching que se ha colocado sobre el suelo durante el verano y parte del otoño.
  • El abono verde que  específicamente se siembra para  enterrarlo en la primavera.
  •  La ceniza que se forma al quemar leña en la chimenea.
  • Humus de lombriz que se incorpora junto a las raíces de cada cultivo.
  • Restos de conchas de moluscos: mejillones, almejas, caracoles, restos de crustáceos, …
  • Restos de maderas, cáscaras de nueces, avellanas, castañas,…
  • En ocasiones en algunos cultivos le incorporamos  arena para que a su alrededor la tierra esté más suelta y porosa.
  • En otras ocasiones lo que añadimos es carbonato cálcico si las necesidades de la planta así lo demandan.
  • A veces  pinaza constituida por las acídulas semidescompuestas de pino, para acidificar el terreno necesario en algunos cultivos.
Con el hoyo para una nueva planta

Preparando el hoyo para una nueva planta

En estos cinco años que llevamos en el huerto ya no es lo mismo el trabajo que es necesario realizar para conseguir que  la tierra quede suelta y esponjosa. Cada año el suelo está más vivo y complejo, más suelto y rico en materia orgánica. La gran diferencia se nota cuando incorporamos al área  cultivada algún terreno que hasta ahora no lo ha sido. ©

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La caléndula de abono verde

Hileras de caléndulas

La caléndula fue sembrada en agosto en un trozo que se había sembrado de patatas más el trozo que estaba sembrado de garbanzos. La zona se preparó pronto pues el año anterior cuando se sembró tarde, las plantas no llegaron a aparecer hasta la primavera. Fue entonces  cuando  crecieron bien y florecieron esplendorosamente y tras ello se emplearon para mulching y cobertura.

Mezclada con remolacha y otras hierbas

Este año cuando se sembraron las caléndulas, la tierra  tenía humedad suficiente pues había llovido al poco y las semillas germinaron enseguida, creciendo en hileras tal y como está sembrada.

Flores de mata vieja

Son plantas que han ido creciendo bien aprovechando lo suave que ha sido el otoño y que con la humedad del mismo se han puesto exuberantes. Son  planta  cuyas raíces penetran bien, mulliendo la tierra para el siguiente cultivo, que ahora ofrecen su protección a la tierra y a los organismos que en ella habitan, además de sanear el terreno. Su incorporación al mismo cuando este se are permitirá que la tierra esté mucho más saludable y las plantas crezcan más fuertes.

Lechugas entre las caléndulas

Junto a las plantas de caléndula  otras semillas que había en la tierra también nacieron. Cómo la intención era mantener el abono verde hasta primavera, antes de preparar el terreno para el cultivo, se respetaron estas plantas de espontáneo crecimiento, que han ido creciendo dando paso a lechugas del tipo  Rossa di Trento, de las cuales floreció una lechuga y sus semillas cayeron en tierra y a la sombra y protección de las caléndulas han ido creciendo, así como algunas remolachas muy tiernas y deliciosas de hojas, algunas acelgas,  y otras semillas.

Caléndulas y acelgas

Es lo bueno del abono verde  sirve de protección para otras plantas, pues la helada está respetando estas verduras que están parapetadas entre las hojas de las caléndulas. ©

Nuestras gramíneas crecen

Plantas de centeno

Hasta ahora había conocido solo   desde  la teoría  el desarrollo de las gramíneas en invierno.

Ahora  al haberlas incorporado a nuestro huerto, su desarrollo resulta especialmente interesante. Es curiosa la diferencia evidente entre la espelta y  el centeno.

Cómo el centeno  manifiesta una potencia de la que carece la espelta.

El centeno se presenta como una planta a la que el invierno no le afecta. Dura y tenaz,  orgullosa de su rusticidad. La espelta o al menos de momento eso parece, es más delicada y de estructura más fina, de menor desarrollo.

Plantas de espelta

En ambos casos estoy esperando que deje de llover y se seque un poco la tierra, para echar un ojo a las hierbas que las acompañan pues en las fotos me ha dado la sensación de que a la espelta además la acompaña grama. Si eso fuese así habría que intentar eliminarla cuanto antes o al menos controlarla, pues eliminarla resulta complicado.

Creo que una escarda para eliminar la competencia sería beneficiosa para ambos. Pero la tierra de momento está muy pesada. por lo que no creo que sea conveniente andar con ella.

El desarrollo del centeno es bueno tanto el que tengo en los sucos como el sembrado para abono verde. Creo que si sigue así la zona donde está resultará muy beneficiada, pues al crecer con tanta fuerza sus raíces penetraran profundamente  beneficiándose el suelo, además de que  el centeno  no necesita un suelo rico para desarrollarse, junto con el hecho de que crece rápido.

Entiendo por qué razón se empleaba tan frecuentemente en la agricultura de subsistencia de esta zona en el pasado. pues además ofrecía la posibilidad de utilizarlo como forraje de primavera para los animales si resultaba necesario.

Enlaces sobre abonos verdes: Uno y otro

Abono verde

Motoazada en acción

El plantar abono verde es un sistema de enriquecer la tierra, aprovechando el descenso de cultivos en el huerto  en invierno y la resistencia de  algunas plantas a la acción del frío. Así como la capacidad de ellas de retener los nutrientes que la tierra pudiera tener, impidiendo que estos sean arrastrados por estar en suspensión en el  agua de la lluvia.

Sucos de habas

Empleadas para  abono verde  varias son las plantas usadas: Centeno, guisantes, habas y caléndula. Todos ellos fueron puestos en el huerto en la sementera y salvo las caléndulas que han aparecido pocas, las demás están desarrollándose bien.

Lo primero de todo al arrancar los cultivos de verano tras la destrucción generada por las primeras heladas fue preparar la tierra para un nuevo cultivo arándola con las fresas de la motoazada.

Tras ello pasamos a sembrar: Las habas y los guisantes  las sembramos en sucos. centeno y caléndulas fueron puestos en una siembra más dispersa, en concreto el centeno en lo que antes se llamaba siembra  «a manta».

Centeno para abono verde

Habas en crecimiento

En el desarrollo de lo sembrado está teniendo una incidencia positiva las últimas lluvias y los buenos días que están haciendo a mediados de diciembre, esto que aparentemente es positivo, podría no serlo tanto si la acción de los hielos posterior pilla muy tiernos estos cultivos.

El abono verde ayuda a mejorar la estructura interna  de la tierra, y ya hemos comentado en diversas ocasiones lo importante que es eso en nuestro huerto, queremos que mejore su esponjosidad, además de incorporar materia orgánica a la tierra que incremente la acción tanto de lombrices como de bacterias .

Por eso nuestra intención además de incrementar en lo posible el cultivo de leguminosas (pensamos poner en marzo un buen trozo de garbanzos)  es  segar los cultivos de abono verde, enterrando algunos de ellos y empleando de acolchado otros, como paso previo a  la siembra principal.

Las Caléndulas

La Calendula, conocida como Calendula officinalis es una planta muy necesaria en el huerto. De la familia de los Aster es una planta que resiste el invierno del centro de la península sin problemas.

Caléndula de otoño en flor

Aunque es una planta frecuente en el clima mediterráneo, se podría decir que es una planta rústica   que medra con las temperaturas frescas y húmedas del invierno. Sus posibilidades dentro del huerto son muchas.

En concreto durante los meses de otoño- invierno en mi caso la he plantado en una zona como abono verde, es una planta que ayuda a  mejorar la estructura de la tierra, y teniendo en cuenta las características de mi recién estrenado huerto esto es algo muy necesario para el mismo.

Semillas de caléndula

Por ello lo primero y necesario fue recolectar  semillas de caléndula y a partir de eso, labrada la tierra puse en una sección de la misma semillas de caléndula  directamente en el suelo y cubiertas con una delgada capa de tierra, para  permitir su desarrollo a lo largo de la primavera y posteriormente segarlas y usarlas de abono vegetal.

Terreno sembrado de caléndulas

Otro de los usos de la caléndula es el de combatir ciertos nematodos que son perjudiciales para el desarrollo radicular de las plantas.

Así mismo la calendula es una de las plantas medicinales del huerto, sus posibilidades son muy amplias.

Finalmente la calendula presenta  también interesantes  propiedades cosméticas, que se pueden aprovechar.

Sembrando habas

Planta de habas

Las Habas, nombre común para la Vicia faba, es una leguminosa anual que se coloca en el huerto en la sementera pues resiste bien los fríos invernales y a la llegada de la primavera aprovecha las temperaturas frescas para desarrollar su fruto, una vaina, con sus semillas que recogidas en tierno resultan muy sabrosas sobre todo si la planta no ha pasado sed,  y no tienen amargor, cosa que algunos años sucede.

Para sembrar las habas es necesario previamente haber trabajado la tierra, para ello aprovechamos que la helada ha despejado buena parte del huerto, pues los restos de los tomates, pimientos, judías, calabazas, …. se han quitado para el montón de compost. Para el trabajo de la tierra nada mejor que una motoazada. La nuestra es de tamaño mediano, por lo que la tarea se realiza con más facilidad que si hay que coger  la azada, o la laya y darle la vuelta al terreno.

Arando con la motoazada

En esta época la tierra está bien para trabajar, mantiene algo de humedad de las últimas lluvias, y pese a que tardará años en estar tan suelta como en mi huerta anterior que se ha cultivado de forma sucesiva  durante los últimos  por lo menos 200 años, sino más. Aquí  de momento la estructura interna es pesada, y pese a que se ha desarrollado mucha alfalfa como hierba espontánea, que con sus raíces ayuda a disgregar la estructura interna,   tardará años en irse soltando.

Abriendo los sucos y colocando la semilla en tierra

Pero de momento la situación de la tierra es adecuada para poner en ellas la habas. Pero el cultivo de habas va a ser de dos tipos, por un lado las habas de producción de habitas verdes para la primavera, que nos gustan. Por otro lado para la producción de abono verde, pues he leído por algún sitio que las habas son especialmente adecuadas para ayudar a enriquecer la tierra, facilitando con sus raíces el trabajo de niveles más  profundos de la tierra, y enriqueciendo esta con sus aportes de nitrógeno. Por otro lado contaba con semillas de otros años que me van a permitir hacer esto.

Para ello una vez labrada la tierra, a la que le habremos aportado algo de abono, en el caso de la producción de habitas tiernas, pero no demasiado, y ninguno en el caso del abono verde. Procedemos a realizar los sucos.

Entiendo que hay personas dignas de admiración que cuidan las distancias entre las plantas, de forma casi milimétrica, pero no es mi caso. La azada suele ser la referencia que empleo en la distancia  entre los sucos. Así realizo una pasada abriendo el suco,  coloco en el mismo la semilla, y a continuación otra pasada para cerrar el suco. Iniciando posteriormente suco nuevo con semillas  en él. Cavo primero en una dirección y luego retorno desde allí en dirección contraria, abriendo y cerrando el suco. Los sucos se separan en función de mi voluntad, dependiendo del cultivo,  unos  25 cm en este caso.

Vainas y semillas de habas

Las semillas suelen sembrarse separadas entre  20 – 30 cm, y si fuera siembra de primavera pondría dos semillas  en cada montón pero al ser siembra para el invierno, y teniendo en cuenta que el hielo muchos años las machaca, pondremos tres semillas por montón.

Las semillas de habas son una maravilla energética, por lo visto están muy valoradas por los criadores de caballos, así como en el pasado las empleaban en los momentos en que las vacas estaban criando y produciendo leche pues aumentaban la cantidad de la misma que la vaca daba. Es por ello que en primavera realizaremos algunos experimentos con germinados usando las habas, no se que tal pueden resultar. ¿ Alguien tiene experiencia con ellas en este campo?