Tarta de ciruelas y suflé de yogurt

Es en esta época de la temporada cuando se tira más de las conservas. La razón es sencilla es el momento del año en que menos cosas hay en el huerto, en especial en lo relativo a frutas. Nosotros en esta ocasión vamos a realizar una tarta de ciruelas con suflé de yogur, para lo que vamos emplear unas ciruelas en almíbar.

Comenzamos deshuesando las ciruelas. Son ciruelas de piel oscura que al someterlas al calor nos dan un tinte rojo oscuro, muy intenso. Por eso el almíbar tiene ese color. Comenzamos elaborando la masa del relleno, para ello empleamos el bote de ciruela y su almíbar, 70 gr de maicena y unos 100 gr de azúcar.

Se ponen las ciruelas y el almíbar en un cazo en el fuego, Se le añade la micena y el azúcar. El agua vamos a emplear unos 100 gr, pero ajustando con cuidado y añadiendo solo una poca conforme se vaya espesando la maicena. Se dejó cocinar a fuego. Se sacó de fuego cuando espesó y se puso a enfriar.

A continuación realizamos la base de la tarta. Lleva 200 gr de harina, 1 cucharada de levadura química que se añade a la harina, un sobre de azúcar avainillado, un pellizco de sal, 3 yemas, 80 gr de azúcar y 80 gr de mantequilla.

Batimos las yemas con el azúcar, añadimos la mantequilla y posteriormente incorporamos la harina junto a la levadura y la sal. Se amasa todo hasta que quede mezclado. La masa se deja reposar un poco. Se toma una pequeña porción y se mete al congelador.

Se extiende el resto de la masa con un rodillo y la colocamos en el molde bajo que tendremos untado con mantequilla. Se coloca de forma homogénea por todo el molde. Se rellena con la masa fría de ciruelas, repartiendo estas por toda la superficie. Se deja reposar mientras se prepara el suflé.

Necesitamos: 3 claras, 500 gr de yogur griego, 50 gr de maicena, 130 gr de azúcar y un sobre de azúcar de vainilla. Batimos el yogur con la maicena y el sobre de azúcar con vainilla. Batimos las claras a punto de nieve con el azúcar. Hasta que quedan tiesas y poniéndolas boca abajo no se caigan. Se unen las claras con el yogur. Se mezcla todo bien.

Se extiende la masa del suflé sobre la capa de ciruelas. Se reparte toda la masa por toda la superficie. Se toma la masa que se ha puesto en el congelador y se ralla en trozos que se entienden por la superficie de la tarta antes de meterla al horno.

El horno se precalienta previamente. La temperatura estará alrededor de los 180º. Calor por arriba y abajo. Se mantiene en el horno hasta que el suflé se pone marrón dorado, unos 40 minutos. Hay que procurar no abrir el horno hasta el final, pues se corre el riesgo de que se baje el suflé.

Es una tipo de tarta de la que ya hemos hecho alguna otra variante. Esta combinación entre el dulce del merengue y el ácido de las ciruela resulta especialmente deliciosa.©

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