Archivo de la categoría: Cultivo de Bulbos

Trasplante de cebollas en marzo

El invierno ha venido lluvioso en esta zona y  la  tierra ha estado pesada y  difícil de trabajar, hasta ahora.  Por este motivo no ha sido posible el poner las cebollas antes.

Estas cebollas  que trasplantamos ahora fueron sembradas al final del verano. Las coloque bajo túnel donde han estado  creciendo. De  una parte de ellas realicé su trasplante  a final del año pasado, en diciembre. Las otras tenía pensado el trasplantarlas en febrero, pero hemos tenido que retrasarlo hasta ahora.

Me gusta realizar la siembra de cebollas  durante el final del verano lo que me permite disponer de planta para realizar  los primeros trasplantes.  Casi al mismo tiempo que están naciendo las cebollas en los nuevos  semilleros. Esos nos permitirán  poner las cebollas del verano.

El lugar donde van a ir las cebollas es nuevo en su cultivo este año. Hasta ahora ahí ha habido: soja, patatas, maíces,… Pero nunca cebollas. Esto puede ser una ventaja, pero hasta el final de la campaña no se podrá saber.

Lo primero de todo ha sido preparar la tierra y abrir los sucos.  Mientras tanto  hemos ido regando el semillero donde estaban,  para levantar todas las cebollas e irlas separando  y preparando para el trasplante.  Hay que al tiempo ir eliminando las hierbas que han podido crecer entre ellas. Se seleccionan aquellas que tienen cierto tamaño. Las que  son muy pequeñas se dejan aparte y se colocan todas ellas en un pequeño bancal de crecimiento, para usarlas más tarde.

Al realizar el trasplante les hemos añadido al pie de sus raíces un puñadito de  humus y un poco  de ceniza. Tras cerrar un poco hemos regado y posteriormente terminamos de cubrir  la base de la raíz de las cebollas.  Su crecimiento dependerá de como venga la primavera.

Las cebollas de diciembre están necesitadas de una cavada y de una buena limpieza. Con todo no creo que estas las puedan alcanzar. Aunque son  del mismo semillero se irán desarrollando en diferente secuencia.  Más adelante con aquellas cebollas que ahora son muy pequeñas quizá  podemos realizar un nuevo trasplante. ©

Ajos en enero de 2021

Pese a los fríos del mes de enero no parece ser mal momento para los ajos. Estos fueron sembrados en la primera semana de noviembre y han estado desarrollando sus raíces  bajo tierra durante la primera parte de la sementera, para ahora en el mes de enero estar sacando el brote central y en algunos casos hasta han desarrollando  la segunda hoja.

Los ajos  son un bulbo duro y resistente  a los que las nieves no parecen afectar en negativo, si en cambio en positivo, de modo que la nieve al filtrarse lentamente en el suelo ha mejorado su imagen general.

Son  un cultivo claramente de invierno, por ello siempre suelo poner una buena tanda para la cosecha de esta temporada, aunque también me gusta poner otros pocos en el mes de marzo.

Los que ahora están en desarrollo son cuatro de las variedades que habitualmente suelo sembrar. En el caso del ajo suelo resembrar mis propios ajos, aunque si es cierto que es habitual el  cambiar la zona donde los cultivo.

El ajo  de las Pedroñeras  es un ajo  cuya capa exterior suele ser blanca, pero la piel que envuelve el ajo directamente  es de un fuerte tono morado con ciertos tonos entreverados. Suelen ser de cuello duro, pues emiten tallo floral en la primavera. Sus dientes suelen  organizarse en torno a ese tallo central. Su tamaño  es bueno, aunque no excesivo y depende del año. Buen conservar.

El ajo  morado rosado. Es un tipo de ajo de piel  exterior más fina. La cubierta en torno al ajo marca un tono morado rosado. El  ajo tiene un brote central duro y seco, en torno al cual se organiza y su forma es más alargada que el anterior. Buen conservar.

Ajo  blanco rosado. Es un ajo que desarrolla cabezas más amplias que el anterior.  Su tallo es blando. Crea doble hilera de ajos, al desarrollarse un núcleo central de ajos, apiñados alrededor de los cuales  se aprieta una hilera exterior.Ajo blanco, son de tamaño más grande sin alcanzar el tamaño del ajo elefante. Son de cabeza más compacta y cerrada.  Son nuevos en el huerto este año.  Han sido los que han tenido peor conservar de todos ellos, sin ser del todo malo.

Los más sabrosos a nuestro entender son las dos variedades de ajos morados, pero es cierto que suelo poner unos pocos de todos ello. ©

Sementijos de otoño

Este año una buena parte de los sementijos de otoño van bajo túnel. Un túnel alargado  que hemos montado con tubos de riego, arcos de hierro, estacas de fresno  y varas de mimbre. Unos le dan solidez, mientras que los otros se adaptan a las  contingencias climatológicas con flexibilidad, de modo que hasta ahora aunque el viento ha sido fuerte y la lluvia intensa, han funcionando  con eficacia. Tan solo  queda saber qué sucedería en caso de que hubiera nevadas intensas, aunque a priori parece que eso sea harto difícil.

Durante el mes de octubre se llenaron de hierbas

Los túneles se fueron montando  a lo largo del mes de octubre, poco a poco, al tiempo que se iban realizando las tareas de  recogida de la cosecha. Los sementijos se habían puesto desde comienzos del mes de setiembre, en unos casos a resultas del trasplante de plántulas de escarola, lechuga y puerros, en otros resultado de la siembra directa, tal es el caso de los semilleros de judías verdes, cebollas, espinacas, zanahorias moradas, rábanos, y  algunos nabos.

La llegada de la bonanza otoñal,  con temperaturas suaves  y mayor humedad, obligó a una buena tarea de desbroce de hierbas que se multiplicaron entre los sementijos. Ello hizo que la tarea de colocar los túneles se alargara un poco más.

Cado uno de los sementijos colocados tiene diferentes objetivos. Está claro que escarolas ( de hoja ancha y rizada), lechugas y puerros pretenden suministrar estas verduras a lo largo del otoño y parte del invierno. Por esta zona aunque las plantas sobreviven no suelen medrar demasiado y en el caso de las lechugas si las heladas son intensas incluso se ven afectadas por ellas.

Las espinacas, rábanos y nabos pretenden conseguir suministro de esta verdura  asegurando su desarrollo  al margen de cómo vengan las temperaturas.

Las cebollas son el semillero de dónde pretendo sacar  las plántulas para el trasplante inverno-primaveral, ya que  aquí bajo el túnel se están desarrollando bien.

Las zanahorias moradas suponen un experimento. Dado que las zanahorias se me suelen entallecer sembradas en pleno verano  y que en el sur se desarrollan como cultivo otoñal,  decidí  ver cómo se desarrollarían como cultivo de otoño- invierno bajo túnel. De momento su pinta es buena, pero todavía no hemos empezado a consumirlas, aunque hasta ahora bajo el túnel  han estado creciendo bien.

Otro experimento  similar son las judías verdes sembradas tan tardías que todavía están en flor en estos momentos. Estoy resistiendo en ponerles una doble cubierta por ese mismo motivo,  y por ello necesitan de los insectos que hay bajo la cubierta del plástico para polinizar sus flores, pero las expectativas con ellas se manifiestan dudosas.

Este espacio se pretende que sea algo dinámico y como quedará algo de espacio según se vaya vaciando, es allí  donde se pretenden colocar algunas verduras asiáticas, sobre todo a partir del momento en que las judías verdes no puedan soportar los rigores invernales del exterior y vayan muriendo.©

Los ajos y las tormentas

Normalmente  la lluvia sienta bien a los ajos (Allium sativum), pero hay  momentos en que esto no es así. Coincide esto cuando el ajo ya está casi hecho, maduro para la recolección y entonces llueve y se empapa. Si además la lluvia es intensa en plan tormentas el daño en los ajos puede ser considerable.

Esto es lo que ha sucedido este año con mis ajos, pero no es un fenómeno exclusivo de ellos. El daño se ha extendido por el país y no será un buen año de ajos. Escasos y caros, dado el precio que ya tiene el ajo en el mercado en plena cosecha.

Nuestro ajos iban saliendo adelante después del abandono durante el confinamiento. Recién terminado este, como ya era tarde para cavar los ajos, corté todas las hierbas que pude a su alrededor, pero  muchas  de ellas sobrevivieron. A ello se sumó que a los ajos  no se les dio ningún tratamiento y con las lluvias abundantes desarrollaron algo de roya.  Pero no nos vamos a quejar, había ajos.

Llegó la tormenta  y tras la misma los calores intensos. No nos dimos cuenta de inmediato, pero a los pocos días, al revisarlos, vimos que había que arrancarlos ya. Cuanto antes se hiciera mejor. Más tiempo en la  tierra no era mejor cosecha sino que los ajos al quedar empapados y con el calor comenzaron a desarrollar podredumbres en su interior.

Cuanto antes había que arrancar los ajos, limpiar estos de hojas y raíces y revisarlos eliminando las capas que comenzaban a tener podredumbres.  Al  ir limpiándolos también nos encontramos con ajos con todo el interior mojado, aun sin podredumbre.

Esto era una operación que había  que hacer rápido: ajos arrancados, ajos limpios,  ajos enristrados   y colgados a ver  si al quedar más abiertos y expuestos  se podían secar en la esperanza que se conserven y aguanten como cosecha del año. No podíamos dejarlos amontonados ni siquiera unas horas.

Ahora, los que se puede,  ya están colgados. Los he subido para el desván donde  su secado es más intenso. En el mismo las cebollas se han conservado muy bien este año.  Los de tallo duro también se van secando a la sombra. Luego  terminarán  almacenados en cajas.

Aquellas cabezas de ajos más afectadas son las primeras en pasar a la cocina. Tendremos que esperar y ver, para saber si hemos actuado con suficiente rapidez y hemos conseguido salvar la cosecha de ajos. ©

Cómo desherbar los puerros

Quitar las malas hierbas que rodean a los cultivos es una tarea necesaria. No porque las hierbas sean malas «per se», sino porque realizan una competencia por los nutrientes que termina perjudicando a la planta cultivada.

Este año con su tormentas está resultando un año de hierbas. Estas aparecen por todos los lados y no parece haber control sobre ellas. Ya hemos cavado en diversas ocasiones diferentes rincones del huerto y en este caso le ha llegado el turno a los puerros o al  Allium ampeloprasum var. porrum que teníamos muy abandonados a su suerte.

Los puerros son siempre un cultivo necesario. Uno de los básicos del huerto. En si mismos son una de las verduras más empleadas desde la estación otoñal y a lo largo del invierno. La mayor parte de los platos de cuchara requieren del puerro en su composición.  Nosotros consumimos bastantes puerros.

Cuando se cultivan puerros resulta imprescindible la labor de azada para desherbar y librar a las plantas de la competición de las hierbas.  Al tiempo que se realiza esta labor con el zacho   se aprovecha para acercar la tierra a las plantas aumentando así  la superficie que crece bajo el suelo protegida  de la luz del sol  y engrosando.

En este eliminar hierbas plantas como la mijera, la verdolaga, los bledos, los chenopodium, … son el objetivo  habitual en mi huerto,  pero  cada época  y cada zona trae el predominio de unas o de otras. Con todo siempre hay alguna hierba nueva a la que echar el ojo  mientras se realiza esta labor.

Para realizar esta tarea suelo aprovechar  el  haber regado unos días antes el terreno. El suelo está más blando para cavarlo y poder retirar mejor las raíces de las hierbas. Por otro lado es bueno que el tiempo esté soleado y seco, sin previsión de lluvia, de modo que las plantas desraizadas se agosten lo más rápidamente posible y no haya posibilidad de que vuelvan a enraizar.©

 

Dyspessa ulula o gusano rojo

Esta que tenéis aquí es la Dyspessa ulula, o gusano rojo. Es la  larva de  lepidóptero nocturno, perteneciente a la familia Cossidae. Una larva que parasita frecuentemente los ajos, y que en este caso por segundo año consecutivo nos las hemos encontrado en las chalotas.

La mariposa nocturna sobre el mes de junio pone sus huevos, mientras los ajos y chalotas están todavía en tierra. Pronto las larvas mudan al interior de los bulbos, siendo en un inicio imperceptibles.  Dentro de los ajos, en nuestro  caso en las chalotas son almacenados y es allí donde van desarrollándose estas larvas.

Al tiempo que crecen van devorando la carne del bulbo y generando restos que inician un proceso de podredumbre. De color purpúreo y cubiertos de pilosidades pueden llegar a los dos centímetros y medio. De unos dientes y cebollas se trasladan a otros extendiendo el daño que a su paso causan.

Cuando alcanzan cierto momento en su crecimiento abandonan el bulbo buscando un lugar donde puedan  invernar, en lo posible en  grietas, paredes o en el propio suelo, donde crean un capullo  sedoso que les sirve de morada invernal, a la espera de la primavera. La crisálida   dará lugar a los nuevos adultos que completan el ciclo. Suele haber una única puesta anual.

En nuestro caso dado que al año anterior detectamos el problema este año, cuando ya llevaban recogidas  y almacenadas las chalotas  casi dos meses las volvimos a revisar. El daño era perceptible y con ello fuimos revisando y separando unas cebolletas  de otras, que  posteriormente limpiamos y de las que eliminamos los gusanos rojos de esta cosecha. ©

Ajos en la primavera de 2018

Ajos entre los frutales

Este año la cosecha de ajos de otoño está creciendo bien.  Es un buen trozo de esta liliácea,  sembrados entre las hileras de frutales.  En concreto entre una hilera de  albérchigos y otra de perales.

Los sembré a lo largo de un suco, de modo que fui colocando las cabezas de ajos a ambos lados de la ladera del suco. Con ello queda a una cierta altura respecto a la base entre los surcos.  Este sistema tiende a agruparlo en hileras de cierta densidad y entre ellos un área más amplia que puede permitir aricarlos y circular  el aire entre ellos.

Han estado hasta hace poco llenos de hierbas, pero tras la llegada del agua los regué y les  he ido arrancando las  hierbas.  Ahora están  comenzando a engordar


Al sembrar les fui incorporado un poco de carbón (biochar), humus y ceniza.  Tardaron mucho en nacer dado que el invierno estuvo muy seco. De hecho hasta final del mismo no sacaron los tallos del suelo.

Me gusta especialmente que sus tallos estén muy limpios y sin apenas marcas. Esto puede deberse a varias cosas. Por un lado al haber tardado en nacer los tallos han estado menos expuesto que otros años a los elementos, por lo que la acción de hongos sobre ellos ha sido menor.

Pero particularmente creo que en gran medida se debe a los tratamientos de invierno dados a los frutales, a base de jabón de potasa y los realizados  a lo largo de la primavera, a base de extracto de cebollas. Al dar esto inevitablemente el viento terminaba llevando el producto también a los ajos. Todo ello les ha beneficiado. Ahora queda ver cómo evolucionaran con la llegada del calor y las subida de las temperaturas. ©

Hoya para los puerros

Resultado final

Al llegar esta época y retirar del huerto  los restos del verano en ocasiones hay algunos cultivos que se quedan en medio de ninguna parte dificultando la tarea de arar y preparar el terreno para realizar las siembras de otoño, en concreto para  poner un poco de abono verde.

Solo los puerros

Este ha sido el caso de los puerros. Cuando se plantaron estos, se colocaron a continuación de los tomates, en un lugar que quedaba libre este año.  Ahora se quedan ellos solos y dado que se puede con ellos, hay que sacarlos de ahí. Por otro lado  comienzan a decir que el invierno va a venir frío  por lo que  resulta adecuado pensar en realizar una buena hoya donde podamos ponerlos y mantenerlos a mano para las necesidades del momento.

Hoya en el borde de lo cultivado

La hoya debe ser suficiente para acoger las raíces y tapar completamente su tallo. Mejor si además se puede cubrir parte de  las hojas de los puerros, 30 cm de ancho por 30 de fondo todo largo que se necesite.

Puerros en el carretillo

Arrancamos los puerros con la laya. La mayor parte de los puerros salieron con raíces y tierra que se mantuvo alrededor de las raíces para facilitar el traslado.  Coloqué junto a las raíces un poco de humus, dado que ayuda al mantenimiento de las plantas y tras añadir algo de agua, tape con cuidado acercando la tierra a las plantas.

Listos para cubrir  la hoya con tierra

Ya están listos  y prepados para la espera. Es una zona soleada del huerto lo que facilitará que el terreno no se hiele, o si lo hace se deshiele con el calor de mediodía.  Con la tierra suelta en superficie  no será necesario ni usar herramientas cuando sea necesario tirar de ellos.  ©

Cuatro tipos diferentes de ajos en el huerto

Hileras con humus y ceniza alrededor del diente de ajo

Hileras con humus y ceniza alrededor del diente de ajo

Tras los buenos resultados de la cosecha  de primavera de esta temporada  pasada, colocada entre las parras, este año  decidí volver a poner los ajos entre ellas,  en otra hilera diferente, dado que  su cultivo interfiere muy poco con el  de ellas  y me permite tener  la zona trabajada y cuidada.

Teniendo en cuenta las características de mi terreno (arcilloso y pesado) resulta muy conveniente que los cultivos de invierno queden un poco elevados respecto al nivel general del suelo, lo que impide que en caso de exceso de humedad, los encharcamientos afecten a las plantas. Para ello cultivo creando un caballón en la zona de siembra, con lo que el terreno se airea más y se seca, alejando la  humedad de las raíces de los ajos.

Ajos blancos

Ajos blancos

Cuatro son los tipos de ajos de siembra de este año:  Una variedad de  ajo blanco,  otra de  ajo  elefante,   ajos morados de las Pedroñeras y una variedad de  ajo morado  de cuello duro que suelo sembrar de forma habitual, por lo bien que se conserva.

Ajos de las Pedroñeras

Ajos de las Pedroñeras

Dado que la cosecha del año anterior fue buena, pese a la humedad excesiva que hubo en el huerto en esta primavera pasada, decidí mantener el mismo tipo  de abonado: Humus de lombriz y ceniza. Funcionó bien.

Ajo morado de cuello duro

Ajo morado de cuello duro

Ajo elefante junto a un rosado

Ajo elefante junto a uno rosado

De estos ajos  he colocado una cantidad similar, en torno a 30 dientes. En tres hileras y separados entre si, por  las cabezas de ajos empleados para ajetes.  Estas cabezas de ajetes suelen ser aquellas cabezas de ajos morados de cuello duro más pequeñas, a veces de los propios ajetes, o de ajos que se van colocando en diversas partes del huerto y que  al recogerlos se usan con esa finalidad, suelen tener un menor tamaño, pero para ajetes hasta resultan mejor.

Dadas las temperaturas que no han sido muy bajas, creo que  no tardarán mucho en aparecer. ©

Nuestra cosecha de azafrán

Cosecha de flores

Cosecha de flores

Flores bajo la lluvia

Flores bajo la lluvia

A lo largo de las tres últimas semanas hemos estado recogiendo la cosecha de  azafrán (Crocus sativus) en el huerto.  Ha sido una cosecha que ha ido tardía. En gran medida porque me despisté  en ponerlos en tierra y por otro lado hasta que no llegaron las lluvias los cormos  del azafrán no presentaron un especial interés en florecer, cosa que han hecho de forma rápida posteriormente.

La flor del azafrán sufre bastante con el agua, razón  por la que, que no haya habido mucha lluvia, nos ha facilitado una cosecha  de primera calidad.

La  siembra del azafrán este año la dispuse de forma distinta a la pasada. En tres hileras  con cormos relativamente juntos entre si, con el terreno abonado con algo de humus y aporte de carbonato cálcico. El año pasado  se desarrollaron bien con cuidados similares, pero luego se pudieron por el exceso de lluvia algunas cebollas.  Este año pretendo estar más atenta a su evolución y en cuanto se mustien las hojas de la planta  retirarlos  del terreno.

Hebras de azafrán

Hebras de azafrán

La cosecha del azafrán se realiza flor a flor, cortando estas. Recogidas en su momento óptimo de apertura, en la mañana. Al llegar a casa  se procesa cada  flor. Para ello se abren a mano  los pétalos retirando dos de ellos y se extraen los tres  largos estigmas, que se denominan hebras y  que se ponen a secar.

Flor sin estigmas

Flor sin estigmas

Para hacerlo nosotros los hemos dejado en pequeños montones sobre una hoja de papel, al aire libre y a la sombra. Al finalizar el proceso de secado conviene conservarlos en un lugar sin humedad y antes de usarlo para conseguir mejor color y sabor tostarlo brevemente  antes  de usarlo.©

Un buen día de cosecha

Un buen día de cosecha