Semilleando en mayo

Mayo es un mes de mucho trabajo con los semilleros. La mayoría de las plantas de pleno verano se intentan adelantar un tiempo iniciando la producción en el interior del invernadero. Este año como de mediados de abril en adelante, vino frío, apenas he sacado nada para el exterior.

De momento tienen más calor dentro del invernadero, que el que podrían alcanzar en el exterior dentro de los túneles. Eso significa un mejor rendimiento que en el exterior. Por ello estoy reteniendo la planta en el invernadero.

Lo que si estoy haciendo es pasar parte de los tomates a recipientes individuales, de modo que cuando mejore el tiempo y se realice el trasplante apenas noten una reducción de actividad.

Así que dentro del invernadero tenemos las grandes estrellas del verano: tomates y pimientos, calabacines y sandías, melones y calabazas, y los boniatos. Unos se encuentran ya en recipientes individuales, mientras que otros los he colocado en el suelo, donde sufren menos el estrés que en los alveolos de pequeño formato.

Pero no es lo único que hay. También tenemos una pequeña variedad de verduras, de la familia de las crucíferas: Coles chinas, kalibos, repollo de chaves, colirrábanos. Junto con unos pocos hinojos y bastantes albahacas. Todo ello a la espera de que el tiempo se vaya asentando.

Los cambios de temperaturas del exterior repercuten también en el interior, y no siempre se ajusta bien la humedad a la necesidad.

Todos esos desajustes debilitan a las plantas que terminan sucumbiendo en ocasiones ante el ataque de hongos de la podredumbre. Por ello hemos utilizado algo de azufre para frenar la actuación de estos.

Si la situación cambia tengo ya preparado el terreno donde podamos trasplantar. En cuanto suban un poco las temperaturas iremos sacando y colocando en el exterior, primero los tomates y luego poco a poco todo lo demás.©

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