Uno de los problemas de las manzanas en su conservación es que pasado un tiempo desarrollan podredumbres, fruto de la proliferación de hongos en la superficie de su piel o en pequeñas heridas acontecidas en el proceso de recogerlas.
Había leído previamente sobre el poder desinfectante y antifúngico del agua oxigenada, Peróxido de Hidrógeno. Una sustancia que como elementos residuales sólo deja agua y oxígeno, totalmente inocuos en el medio ambiente.
Por ello este otoño decidí experimentar con la misma rebajada al 3%, que es el tipo que está a mi alcance, y pese a su poder oxidante, la más inocua dado el porcentaje. Comercialmente el Peróxido de Hidrógeno ya se emplea para la limpieza de frutas y para el tratamiento del agua de consumo.
Había estado leyendo que es muy efectiva para eliminar el biofilm, el conjunto de sustancias que sirven y conforman el substrato sobre el que se depositan hongos y bacterias y a partir del cual proliferan estos.
Por ello decidí hacer una prueba al recoger las manzanas, a finales del mes de septiembre. Tomando un algodón empapado en agua oxigenada fui pasando este sobre la superficie de las manzanas, recorriendo todo el perímetro de las mismas. Posteriormente, tras dejarlas secar, las fui colocando en hileras en una caja para su posterior conservación. Realicé lo mismo con otra tanda de manzanas, pero sin someterlas a ningún tratamiento, como un grupo de control con el sistema que suele ser habitual.
A fecha de hoy entre las sometidas al tratamiento no hay ninguna baja. De las otras ya se han tirado algunas podridas o afectadas por podredumbre. Veremos cómo siguen evolucionando. Si esto funcionase se podría en pensar aplicarlo en otros frutos. © Para más información se puede ver este enlace o este otro de usos de la misma en Cebe