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Injertando de púa al final del invierno

Espino blanco

Ya hemos hablado de la importancia que tienen los injertos para conseguir determinadas cualidades de resistencia y rusticidad del portainjertos  junto en ocasiones adaptación a determinados  tipos de suelos, y por otro lado lo que aporta el injerto en sí que es las cualidades específicas de ciertas variedades de fruta,  frecuentemente   menor resistencia y   en conjunto una mayor fragilidad en el desarrollo de la planta si esta estuviese por su cuenta creciendo directamente sobre la tierra.

Aprovechémonos  pues de las ventajas que nos  ofrecen los injertos y para ello estamos en un buen momento. es temporada de poder realizar  en el huerto  los injertos  de púa, injertos que suelen realizarse justo  antes o durante  la subida de la savia .

Es este un tipo de injerto que  presenta una gran variedad de posibilidades, pero nosotros vamos a practicar la  que se conoce como injerto de  hendidura, tanto de hendidura simple como doble.

Elegiremos para ello  diversos portainjertos. Así si vamos a injertar frutales de pepita son buenos patrones  tanto el espino blanco, como el membrillo, así  como el frutal bravo,  bien sea sea manzano o peral. En el caso de los frutales de hueso, se pueden injertar entre si, melocotoneros, albaricoquero,  ciruelo, almendro, o también se pueden injertar en endrinas.Los cerezos admiten injertos sobre otros cerezos y sobre guindos.

Tomamos  la rama del patrón  a injertar, y procuramos que se corte por una zona que tenga una anchura similar a la del injerto que vayamos a realizar. Las cañas empleadas de esquejes a injertar  es conveniente que sean tallos de crecimiento, aunque también es posible hacer injertos con yemas  florales, resulta según dicen más complicado. La rama para bien debe tener todo lo más  madera de un año.

Se corta la caña del portainjertos con la tijera y se practica luego una incisión vertical. Se toma la caña del esqueje  y se afila con el cuchillo.

Preparando la púa

Cuña del injerto

A continuación se va preparando la cuña que hemos de insertar en la hendidura  del portainjertos. Es conveniente tener una buena navaja que nos permita construir  la cuña con facilidad.

El siguiente paso es tomando la estaquilla afilada y proceder a meterla en la hendidura, para ello resulta muy útil el empleo hoja  de la navaja, que empleada a modo de palanca nos sirve para hacer espacio para introducir la cuña.

Insertando la púa

Espino blanco-acerolo

Una vez asentado el injerto dentro de la hendidura, deben quedar en contacto los cambiums de cada  parte. Esto es uno de los pasos más importantes.

El cambium es la parte que hay justo bajo la corteza, de color verde. El cambium  tiene la cualidad de ser la zona por donde circula la savia y  están las células vivas, de modo es  la zona donde se desarrolla tejido que cicatriza la incisión e integra las cañas en un mismo conjunto, asimilando  los nuevos tejidos incorporados.

Injerto en cerezos

Debemos  pues  cuidar que los cambiums queden en contacto. A  partir de aquí, hay gente que emplea una cera para sellar los tejidos, o un mastic. En mi caso  no los sello con nada, solo suelo emplear unas tiras realizadas con bolsas plástico para atarlos.

Atando los injertos

Las bolsas  las corto en bandas de unos dos centímetros que empleo para atar  ambas partes de forma que queden bien unidas, y al mismo tiempo al ser plástico impiden que se produzca una deshidratación de la zona.

Por otro lado al ser plástico este presenta cierta elasticidad que no estrangula el recorrido de la savia o al árbol, cuando comienza a crecer, si por casualidad uno se descuida y no las retira a tiempo.

Cubriendo la zona abierta

Al atar el plástico es prioritario revisar que toda la zona abierta quede bien cubierta, de forma que no se produzca un resecamiento de la zona de contacto. El elegir plásticos blancos, ayuda a que la zona no se recaliente demasiado durante los días de calor.

Espino-acerolo

Se finaliza el atado con un nudo. Tanto si se realiza fácil de quitar como sino, el retirar el plástico solo requiere cuando llegue el momento, una ligera presión  de la mano.

Hendidura doble de almendro

Cuando la caña que queremos injertar es excesivamente fina para el tipo de caña del patrón, puede ser conveniente hacer un injerto de hendidura doble. Los pasos son los mismos practicados para el sencillo, con la única salvedad de que se insertan dobles púas en la hendidura, procediéndose con el resto de modo similar.

Ahora solo nos resta esperar, pero normalmente un porcentaje de estos injertos prende y nos da muy buenos resultados, pero cuando hablamos de árboles la paciencia es necesaria. No obstante  creo que merece la pena. ©