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Trasplantando tomates en mayo

Este año voy tarde con los tomates. En los semilleros no ha habido demasiado calor y su crecimiento ha ido más lento que otros años. Por ese motivo decidí que no iban a tener más calor en los túneles si los pasaba para allí. Qué mejor continuaban dentro del invernadero.

Dado el calibre de la helada de la última semana del mes de abril fue un acierto, pues posiblemente se los hubiera llevado por delante. Ahora estamos pasándolos para el exterior. Es posible que allí todavía sufran, pero espero que no llegue a ser extremo el daño.

Los tomates yo los germino en pequeños alveolos y pronto este se les queda pequeño, momento en que aprovecho para colocarlos en recipientes individuales. Ahora ya hacía tiempo que estaban allí, incluso empezaban a necesitar más. Era el momento de su trasplante.

Para realizar el trasplante comienzo con regar los tiestos, lo que hace que la planta se pueda sacar sin dejar sueltas las raíces, luego les damos la vuelta al tiesto y con un pequeño empujón sale el cepellón.

Hago un hoyo con dos puñados de humus, algo de ceniza y unos gránulos de cal y adentro. El trabajo se hace muy sencillo y las plantas apenas sufren. De todos modos en el invernadero quedan plantas suficientes por si hubiera que reponer.

Este año voy a probar a colocar una sola hilera de tomates, pero los voy a sostener de forma similar al año pasado, Como el túnel quedaría muy vacío y sin función, he aprovechado para colocar otras plantas (esto favorece su crecimiento y adelanto así su recolección).

Así bajo el túnel, en paralelo con los tomates comencé sembrando unas judías verdes de mata baja, luego trasplanté unos pepinillos, ya de buen tamaño, para tenerlos temprano. A continuación también he trasplantado unas lechugas, y unos hinojos, así como unos calabacines en los comienzos del túnel. El otro lado de los tomates irá con pimientos, pero de momento está vacío, los colocaré dentro de unos días.

El túnel queda de buen tamaño. Demasiado largo para dejarlo sin ventilación (eso favorece que los pulgones cojan mucho apogeo). Por ello cada cierto espacio, la distancia del plástico, dejo una zona sin cubrir antes de volver a colocar plástico. Mientras no haya riesgo de helada lo mantendré así. ©

Tomates en el huerto: tipos de tomates amarillos

Tomates Cherry y Jaune Flame

La temporada 2023 ha sido en la que más tomates amarillos he tenido en producción, al mismo tiempo, en lo que llevamos de huerto hasta ahora. Algunos han sido nuevos por primera vez en el huerto y otros ya llevo con ellos algún tiempo. Quería hacer una comparativa entre ellos, pues aunque volveré a plantar tomates amarillos, no creo que vaya a ser frecuente que se vuelvan a juntar al tiempo estos mismos.

Tomates Sol, Cherry y Jaune Flame

Los tomates que hemos tenido han sido cinco. De algunos ya os había hablado hace años, y con otros lo he hecho este año, o el año pasado. Otros son nuevos y no han aparecido hasta ahora. Vamos con todos ellos:

Tomate Jaune Flame, este es una variedad nueva que planté este año. De  ella ya os hablé en setiembre. Es un tomate pequeño. Aunque me gustó, su postcosecha es breve. Hay otras variedades que se conservan mejor.

T. Amarillo Sol

Tomate amarillo Sol. Ya lo cultivé el año pasado y esta temporada hemos vuelto a repetir. Buen fruto y buena calidad en su sabor. Su tamaño medio lo hace práctico en el consumo. Si no se recogen muy maduros tiene buena conservación.

Cherry pera amarillo. Es el más pequeño. Lleva con nosotros muchos años (ya os hablé de él en el 2015), repitiendo año tras año. Nos gusta mucho en su sabor y tiene muy buen nivel de conservación. Son casi caramelos del huerto.

Amarillo. Tamaño un poco mayor que el tomate Sol, de coloración más intensa, con un toque anaranjado. Buen sabor creo que ha llegado mezclada su semilla con otros o es el resultado de alguna hibridación. Tendré que experimentar algo más con él y volver a sembrarlo.

Tomate blanco. Yo lo llamo el blanco de Abundio, pues ha sido él quien me lo pasó. Es de un tono amarillo pálido, casi blanco. Es el más grande de todos ellos. Sabor rico, suave, piel fina. Delicado en su conservación. Hay que procurar no recogerlo muy maduro, pues tiene una postcosecha más breve.

EL menor uso que hacemos de las variedades amarillas para las salsas, hace que tienda a ser excesivo el tener tantas variedades para su consumo en fresco. Aunque comemos muchos, no damos abasto. Por ese motivo no queda otra que elegir y priorizar. Algunos como el cherry seguiremos cultivándolos todos los años, otros lo haremos de vez en cuando, entre otras cosas para conservar sus semillas.©

Tomate Jaune Flamme en el huerto

El tomate Jaune Flamme también lo cultivamos en el huerto este año. Nos llegó gracias a Paco, al que saludamos desde aquí. Es una antigua variedad de tomate procedente de Francia, donde es muy valorado.

Lo colocamos en la zona de arriba del huerto, zona más tardía en su plantación, motivo por el que se encuentran ahora en pleno desarrollo. Se colocaron un par de plantas, para tener suficientes para incorporar variedad en los colores y sabores de las ensaladas.

Son plantas vigorosas de porte medio-alto, y muy productivas. Es una variedad que resiste bien las enfermedades.

Las plantas crecen con frutos numerosos, de tamaño pequeño, menores en muchas ocasiones que los de los albaricoques, frutos con los que comparte casi el color, al tener una piel de color naranja. La piel presenta también veteados en verde en las fases iniciales que mutan a un amarillo más suave posteriormente, lo que le da ese toque flamígero, que le aporta nombre.

Es un tomate cuyos frutos se organizan en ramilletes abundantes en su número, con de ocho a doce tomates en cada uno de ellos. Frutos pequeños, pero jugosos, con muchas semillas. Ese jugo abundante es intenso en su sabor, con un cierto toque ácido.

Particularmente no me gusta de este tomate la fragilidad de su piel y cuando va estando para comer, cierta tendencia a una maduración rápida. Aunque es un tomate con el que no tengo mucha experiencia por lo que no sé si es algo habitual del tomate o se debe a las características particularmente húmedas del final del verano que llevamos este año.

Me gusta la variedad en los sabores de los tomates, y este es muy especial, por lo que es seguro que no será la última vez que lo sembremos en el huerto.©

El calor madura los tomates

Este año las plantas de tomates han alcanzado un tamaño mayor que otros años. Las temperaturas, que a lo largo del verano han oscilado entre los 25º y los 34º, han facilitado su crecimiento. Claramente estas temperaturas han creado una situación óptima para ellos.

Las plantas en este rango de temperaturas han potenciado su crecimiento, limitando el número de frutos que iban madurando (aunque desde mediados de julio íbamos recogiendo alguno que otro). Pero esta última semana las temperaturas se han disparado en el huerto, como en el resto de España y ha sido el momento en que la recolección de tomates se ha disparado también. De recogerlos a cuentagotas a tener cajas llenas de tomates, primero pequeñas, luego medianas, hasta llegar a las grandes.

La maduración de los tomates no es siempre igual en todas las variedades. Hay de hecho variedades más tempraneras que otras (Costolutto, Mini pera amarillo, Andine Cornue, Brandywine negro, algunas variedades de pera, Mini kumato, tomate azul, …) pero la mayoría de los tomates plantados en la primera tanda está comenzando a madurar sus frutos.

Este hecho nos va a permitir comenzar a disfrutar de los tomates en recetas en que sea ingrediente principal y conforme vayan madurando pasar a la tarea de guardar el tomate en conserva. Este año pretendía también secar una tanda de ellos, e incluso intentar realizar pasta de tomate, pero para ello tengo que tener tomates en abundancia mientras las temperaturas sean altas, para poderlo secar. ©

Tomates a finales de junio

Ahora a finales del mes de junio los tomates están ya amarrados a las barracas que cada año montamos para ellos. Como casi todos los años hay tomates en dos zonas diferentes del huerto, de modo que si en una zona no se dan tan bien en la otra quede compensada su producción. Están arriba y abajo en el huerto, en una zona más abierta y despejada arriba, y más protegida abajo.

Este año ya están en estas fechas mucho más grandes que otros años, una buena parte de ellos. Los primeros los colocamos en el suelo, en la zona de abajo, entre la segunda y la tercera semana de abril. Para final de mes estaban ya trasplantados todos los de esa zona. El tenerlos bajo túnel les sentó bien en cuanto a crecimiento. Se mantuvo el túnel hasta que empezó el calor, ya en junio.

Casi todos los años son sembrados y trasplantados en diferentes partidas. Estos tomates son los que primero sembramos en los semilleros en el mes de febrero. Los siguientes que fuimos colocando también se corresponden con los que fuimos sembrando más tarde. Están en la zona alta del huerto y es lógico que las plantas vayan más despacio.

Esta secuenciación del cultivo también facilita que si todo va bien con ellos, su producción se mantenga hasta más tarde. Por otro lado al ir en diferentes estadios de su desarrollo las incidencias climáticas les afectan de forma diferente. Con ello no se colocan todos «los huevos en la misma cesta» y le da una mayor disponibilidad de frutos a lo largo del periodo de producción.

Los tomates que tenemos son muy variopintos en sus variedades, como siempre los hay de todo tipo (grandes, carnosos, pequeños, rayados, redondos, alargados …) y color (negros, rojos, rosados, amarillos, blancos,..). Ya os los iré presentando cuando estemos en plena producción. De la mayoría viene habiendo tres-cuatro plantas de cada, pero de algunos de ellos hay algunas más. De momento su desarrollo es bueno. Esperemos que se mantengan como van.©

Tomates y lechugas bajo túnel

Esta primavera, cuando el mes de abril se presentaban en sus inicios con tan excesivos calores, decidí arriesgarme y colocar una partida de los tomates sobre el terreno. Un riesgo controlado, les puse bajo túnel, para protegerlos de un cambio repentino, tan propio de estas zonas.

El tiempo se mantuvo en esa misma línea de temperaturas al alza, hasta esta semana pasada, momento en que ha pegado un giro completo, con caídas de temperaturas bajo cero o rozando estas. En ese momento a los tomates les ha venido muy bien estar bajo el túnel, aunque alguna hoja pegada al plástico se ha quemado.

Este año pretendo separar más mis tomates entre si, y en aquella primera semana de abril, las plántulas (pequeñas) apenas se veían en el interior del túnel. Parecía un despilfarro total del espacio protegido. Por ello entre cada tomate coloqué tres lechugas. Era el ambiente ideal para que fueran creciendo. Cuando llegase el momento se irían quitando las cercanas a los tomates y dejando crecer la central.

El túnel se fue ampliando. Seguía la bonanza y seguimos afrontando riesgos, ampliamos el túnel. Seguimos manteniendo dos hileras de tomates, necesarias si quiero colocarles soporte de modo que se apoyen entre si. Bajo el túnel entran tres surcos, quedaba uno de ellos libre, por lo que también coloqué unos pimientos y fréjoles, pero de esos os hablaré otro día.

Ahora llegado el mes de mayo hemos comenzando a consumir las lechugas. Estas crecen a un ritmo más rápido que los tomates y es necesario ir dejando espacio para ellos. Por eso vamos quitando aquellas que están cercanas a ellos, como era nuestra intención. Están muy tiernas y sabrosas. Hay lechugas: Espalda de Trucha, rizadas tipo Iceberg, Lollo Rosa, de Hoja de Roble, alguna Maravilla de Verano, …. diversidad y variedad.

Estos tomates de las lechugas han crecido un poco menos que los que hemos ido trasplantando más tarde, que no han llevado nada cerca. También hay que tener en cuenta que los tomates trasplantados más tarde estaban más crecidos en el momento del trasplante, por estar dentro del invernadero donde las temperaturas fueron mejores. Habrá que ver cómo es su evolución posterior, pero a priori poder disfrutar de las lechugas tiernas también merece la pena.©

Tomates del huerto: El tomate Sol

Es un nombre bonito para un tomate: Tomate Sol, que nos dice ya de entrada qué podemos encontrar cuando veamos el tomate. Un tomate de forma muy regular, casi esférica en la mayoría de los frutos y de color amarillo. Un tomate de tamaño mediano, de piel fina, con un color amarillo intenso, bien definido y homogéneo.

Esta variedad de tomates nos ha llegado al huerto junto a otras gracias al intercambio con Paco. Intercambio generoso que nos permite disfrutar de estas variedades, nuevas en el huerto.

El tomate sol tiene la fortaleza de los tomates de talla media. Con un crecimiento en torno al metro de altura, no presenta un vigor excesivo en tallos y rama, pero si que ofrece numerosos frutos.

Estos frutos resultan más tempranos en madurez que los de otras variedades. Comienzan esa madurez pasando los frutos del color verde claro a un progresivo aclaramiento de la piel, de modo que casi parecen volverse blancos. Es una percepción transitoria, pues tras el tono blanquecino comienzan a amarillear.

El fruto, de carne suave, presenta un sabor afrutado, dulce y suave, que suele ser más frecuente en las variedades amarillas. El nivel de acidez de este tipo de tomates es menor. Frutos que conservan sus características durante una semana aproximadamente, acelerando su maduración posteriormente.

Suelen ser frutos que combinan muy bien en las ensaladas de tomates con otras variedades diferentes. Ofreciendo contraste con aquellas variedades de sabor más fuerte y colorido diferente. Al paladar la textura de su carne resulta también muy satisfactoria, frente a variedades de carne más recia. Merece la pena tener unas plantas de estos tomates amarillos, para satisfacer la necesidad de cierto contraste en las ensaladas del verano.©

Primeros tomates de 2022

Los primeros en madurar

Casi todos los años por estas fechas solemos decir que ya están los primeros tomates maduros, listos para la mesa. Desde ahora en adelante hasta las primeras heladas los tomates serán una constante de la producción del huerto.

Este año la temporada en el exterior comenzó colocando una hilera de tomates en el suelo en el mes de abril, en la zona alta del huerto, pero bajo túnel. Después os mostré el despunte y limpieza de hojas que realicé en esos tomates, los primeros que planté y también los primeros en madurar.

Pero entre ambas tareas coloqué en el exterior más tomateras, aunque ya las coloqué sin túnel de protección. Cuando se vio en mayo que el tiempo se estaba estabilizando y poco a poco se había asentado, trasplantamos esas dos hileras, que se colocaron en la zona baja, donde desde hacía ya unos años no habíamos tenido ninguno.

Ahora ya van maduros. Los intensos calores los han acelerado. De las primeras plantas del exterior llevamos una semana de goteo. Recogiendo unos pocos tomates cada dos días. Las tomateras de abajo van más tardías y solo algunas plantas, de variedades más tempranas y variedades de tamaño pequeño, muestran algunos frutos maduros.

Todos ellos se incorporan a la misma caja. Ya en casa ¡a disfrutar!, comenzamos a incorporarlos a las comidas de cada día. Son uno de los alimentos que pondremos en la mesa con gran frecuencia desde este momento.©

Podando los tomates del túnel

Tomates antes de la poda

Este año llevo muy bonitos los tomates. Los coloqué bajo el segundo túnel a finales de abril y allí han estado creciendo bien. Todavía, pese al calor, los sigo conservando bajo el túnel, y los mantendré así hasta que monte las barracas y los sujete a ella, pues de otro modo el viento podría doblarlos.

Los tomates en el momento del trasplante recibieron humus de lombriz, cal y un poco de ceniza. Posteriormente se les regó con un té elaborado con el fermentado de hierbas, junto a fermentado de cebollas y ortiga. Su respuesta fue buena. También se les ha rociado con fermentado de cebolla y maceración de cola de caballo. Mientras las plantas eran pequeñas y estuvieron en el invernadero se las roción con diatomea para intentar controlar los ácaros.

En esta semana he levantado el plástico, cavado todo lo que había bajo el mismo, en especial los tomates, al tiempo que he llevado a cabo una poda básica que deja los tallos centrales, eliminando los demás. Con ello se permite a las plantas coger más fuerza y fomenta un crecimiento apical.

He aprovechado este momento para eliminar las 3/4 hojas bajas que están en contacto con el suelo. Esto supone varias ventajas:

  • Con ello se favorece la aireación de las zonas bajas de la planta, siempre por su cercanía al suelo más sensibles al crecimiento de hongos, bacterias, plagas,…
  • Al quitar masa vegetal cuando se dan tratamientos se puede acceder a todas las partes de las planta con más facilidad.
  • Al aclarar las plantas es más fácil poderlas atar cuando se coloque la barraca.
  • Como consecuencia de las podas sale de los tomates materia vegetal con la cual podemos comenzar a elaborar los primeros fermentados de tomate de la temporada, muy útil para el propio tratamiento de los tomates y otras plantas.
Con el acolchado

Las tomateras tienen hasta ahora muy buen color y parecen saludables. Para evitar un resecamiento excesivo del suelo tras cavar se les puso acolchado de paja con la intención de no tener que regar demasiado.©

Últimos tomates de la temporada 2021

Hoy hemos recogido los que pienso serán los últimos tomates de la temporada, dada la previsión de frío que hay en las noches del resto de la semana, aunque no me importaría equivocarme.

Este año la temporada de tomate se ha alargado, las causas de ello pienso, han sido dos:

  • Por un lado el que la temporada otoñal ha venido relativamente suave. Con días magníficos que han permitido seguir madurando a los tomates.
  • Por otro que coloqué manta térmica sobre los tomates. De este modo las caídas de temperatura por debajo de 0º, que otros años dañaban las plantas, este año no lo han hecho. Estas, ocultas bajo la tela, han sobrevivido a las mínimas nocturnas y ocultas bajo la tela, no se han visto afectadas por los rayos del sol en la mañana, que con el hielo dañan las estructuras celulares tomateras y tomates.

Estas tomateras han sido las que han estado más sanas del huerto y por ello han conservado la capacidad de seguir alimentando y madurando los tomates. Eso no quiere decir que las plantas no hayan sufrido bajo la manta. Lo han hecho secándose buena parte de sus hojas, pero manteniendo otras y los tallos por donde circula la savia en funcionamiento.

Otra de las ventajas de la manta térmica en esta posición, como de tienda de campaña en que está colocada, es que el agua no cae sobre los tomates, ni se condensa en ellos. Se moja la tela y se va deslizando hasta el suelo.

De ese modo no moja la piel del tomate que, en su mayor parte, ni se abren ni se rasgan. Ese suele ser en temporada de lluvia una de las principales causas del deterioro del tomate. Tampoco se forma tantas condensaciones. Aun así pérdidas y deterioro son inevitables, pero todavía se recogen más tomates de los que se van consumiendo. ©