Este pan lleva los siguientes ingredientes:
- 500 gr de harina aproximadamente, y suelo poner como 3/5 de harina de fuerza y 2/5 de harina normal
- 2 cucharaditas de sal
- 8 gr de levadura de panadería seca
- 200 ml de agua templada, pero depende de la harina
- 250 gr de remolacha cocida y triturada, de la huerta
- 1 cucharada de semillas de sésamo
- 1 cucharada de semillas peladas de girasol
- 1 cucharada de semillas peladas de calabaza
- Otras semillas y frutos secos que puedan apetecer
Lo primero de todo, pesada y tamizada la harina se coloca en un bol, se le incorpora la sal y se diluye en un poco de agua templada (nunca agua caliente) la levadura de panadero que también se le incorpora.
Se le va añadiendo el agua poco a poco, dependiendo del tipo de harina, absorberá más o menos, posteriormente se le añade la pulpa de las remolachas tras haber cocido estas y haber sido triturada, creando una masa blanda, húmeda que no se pega a los dedos.
A continuación se le incorporan las semillas y se amasa un poco hasta que la masa se pone homogénea y elástica.
Se forma con ello una bola que se enharina y se pone a fermentar, cubierta con un paño limpio de cocida en el horno a 50º unos 90 minutos, hasta que leva y dobla de volumen.
Después de fermentar se amasa nuevamente durante unos minutos, se le da la forma definitiva y se vuelve a colocar en una bandeja enharinada, se le dan unos cortes en la superficie y se deja durante 30 minutos aproximadamente para que fermente nuevamente.
Se precalienta el horno a unos 200º y se puede untar la superficie del pan con agua, leche o huevos y espolvorear con semillas, cosa de la que nosotros hemos prescindido, y se coloca la masa en el horno durante unos 40 minutos, vigilando al final, pues no todos los hornos tienen el mismo punto de cocción.
Cuando la corteza está consolidada, y al golpear el pan por debajo da un sonido seco, se extrae el pan y se le envuelve en un paño y se le deja reposar envuelto en el mismo durante una media hora, para que termine de cocerse con su propio vapor. Es aconsejable colocar una bandeja en la parte inferior del horno con agua, de forma que la corteza no quedará tan reseca, al aumentar el vapor de agua dentro del horno.
El pan tras enfriar está listo para ser consumido. Si el pan se envuelve bien se conservará tierno durante varios días. Queda estupendo con miel, o con algunas mermeladas.
Como siempre una receta superdidactica.
Cada día me sorprendes mas y me doy cuenta que casi no se de nada.
Un abrazo.
El elaborar pan es una experiencia muy interesante, por la variedad que eso aporta por un lado y por otro por el carácter autosuficiente que supone el poder realizar el propio pan. Hoy en día es complicado pretender realizar pan diariamente. Pero si de vez en cuando. Las masas de levaduras se comportan todas más o menos lo mismo, luego lo que se hace es incorporar variantes. Hay mucho escrito sobre ellas. Pero si no tienes experiencia prueba y verás que supone un placer. Un saludo