Ya he recogido la cosecha de lino de este año, mi linaza. Solo falta terminar de limpiarla y para ello tiene que hacer algo de viento, por lo que habrá que esperar.
El lino se desarrolló bien alcanzando el medio metro de altura. Desde que floreció se le dieron unos riegos que hicieron que el grano que estaba dentro de la cápsula esférica fuese engordando.
El lino para recogerlo lo primero que se hizo fue segarlo, tras ello se puso tendido de forma que el sol lo terminase de secar, pues siempre hay tallos que conservan la humedad. Una vez seco se pisaron los tallos, deshaciendo las cápsulas y abriéndolas. El grano cayó de las mismas y fue fácil separarlo de las fibras. Estas las he reservado de momento, todavía no se que haré con ellas, pero se ven duras y resistentes.
Como veis en la fotografía el lino está mezclado. Ya lo sembré junto en una de las hileras y ha terminado mezclándose con todo. De momento para el consumo lo voy a conservar así, pero tengo claro que de cara al próximo año para sembrar seleccionaré solo lino dorado, no por nada especial, sino porque creo por lo que he leído que es el mejor para el consumo.
La producción no ha estado mal. Han sido dos sucos de 0,60 m de ancho por 4,40 m de largo, lo que nos da un total de 2,64 metros cuadrados y hemos sacado a falta de terminar de limpiarlo .
Además a la tierra donde lo puse le convenía cultivarse para poder intentar eliminar de ella la grama. ahora es una zona que tengo que arar y abonar, donde posiblemente plante fresas, para renovar las que tengo ahora plantadas, que ya tienen casi tres años.
Semillas de lino que incorporaremos a la dieta, beneficiándose de ellas panes y otros preparados. Unas semillas en las que todo el proceso de producción de las mismas es ecológico y además todavía falta por ver que podemos hacer con los tallos ¿Quién da más? ©