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Colocando árboles frutales en espaldera

Espaldera de manzanos

Las espalderas de árboles frutales son un sistema que permite tener una elevada cantidad de frutales en poco espacio, con elevados rendimientos en producción y  un buen aprovechamiento de los recursos. La tendencia general, cada vez más, es de realizar frutales a la carta, para, reduciendo el tamaño de los árboles,  colocar un elevado número de plantas en poco espacio, buscando los mayores rendimientos.

Hoy en día  la tendencia es de colocar las plantas en un marco e plantación muy intenso, en ocasiones se llegan a a colocar separados  solo unos 0,80 m. En nuestro caso no hemos colocado un marco de plantación tan intenso, sino que hemos ido colocando los árboles con una separación entre las calles de 4 m y cada frutal separado de su vecino a unos 2,5 metros. Con ello tiene espacio para desarrollar la espaldera, como 1, 25 m cada lado del tronco principal.

Se organiza así la distribución de las ramas principales de los árboles en paralelo, con una orientación norte-sur y de forma simétrica en tono a un eje principal. Los árboles  ya en su segundo año completo en el huerto se encuentran en pleno crecimiento.  Una buena parte de ellos  están con las ramas bien establecidas, y aquellos que no tienen una disposición regular estamos orientando la poda en verde  y el crecimiento  de las ramas que dejamos, para conseguir los resultados esperados.

Desde el establecimiento de la espaldera hemos ido atando las ramas a los cables y se han ido recortando las puntas de las ramas donde no interesa mucho crecimiento. Tras las heladas tardías mucha de la flor no cuajó y solo presenta fruta una  pequeña parte de los frutales.  Lo que por otro lado puede ser bueno para fomentar el crecimiento.

Los árboles este  año no han recibido abonado de invierno.  Si que es cierto que se les ha dado diversas rociadas de extractos vegetales y  de algunos bioabonos.   Ya han recibido dos riegos y se ha establecido un periodo de reposo entre riego y riego de unos veinte días. ©

Esperando a que caiga la hoja

Algunos se pusieron amarillos y la han ido tirando

Algunos se pusieron amarillos y la han ido tirando

Es el caso de perales y manzanos

Eso sucedió en perales y manzanos

Esperando a que caiga la hoja, eso es lo que estamos haciendo  últimamente en el huerto además de otra tanda de  pequeñas tareas, pues  dado como viene el año no podemos comenzar a preparar los frutales para el abonado de invierno hasta que no terminen de tirar todas sus hojas.

Junto al agua las siguen conservando

Junto al agua las siguen conservando

Ya llevamos unos cuantos años en los que el otoño se retrasa y se alarga, de modo que nos metemos casi en la Navidad y aun hay frutales con hojas en sus ramas, algunas bien verdes.  Es cierto que cada día son menos, pero todavía los hay.

Los melocotoneros están fuertes

Los melocotoneros están fuertes

Dos son las tareas que estamos esperando realizar. La primera es el abonado con humus de lombriz,  que hace que los frutales se fortalezcan,  durante este periodo de descanso, preparando la floración de primavera.  La segunda es el darle una mano de extracto fermentado de cebolla a todas las cañas al finalizar la caída de todas las hojas, como preventivo para tratar los problemas de hongos.

Con el abonado de los frutales además de la caída de las hojas, hay otro aspecto que nos retiene y es el hecho de que la tierra está todavía muy pesada, de tanta agua.  Esto no facilita la tarea de cavar a su derredor y enterrar un poco el humus. De seguir lloviendo quizá deba echar el humus sobre la tierra y cubrir con un poco de paja,. Ya llegarán tiempos más adecuados para cavar.

Con hojas y yemas en el paraguayo

Con hojas y yemas en el paraguayo

Para pulverizar los frutales también conviene que terminen de tirar las hojas, así  sellamos y limpiamos toda posible lesión  producida al caer esta. Para ello  es necesario que deje de llover, pues sino lo hace, de poco  vale pulverizar las cañas, el agua se lleva todo lo que echamos.

De estos melocotoneros, cayeron la hoja amarilla, pero siguen conservando la verde

Estos melocotoneros, cayeron la hoja amarilla, pero siguen conservando la verde

Estos días últimos de sol y frío algo han ayudado a nuestra espera, pero ya se anuncian  cambios  con más agua para el fin de semana y también temperaturas más suaves. Creo que tendremos que seguir esperando a que acaben de caer las hojas. ©

 

 

 

Las Higueras a lo largo de 2011

Ficus carica en verano

Esta será la tercera primavera de la higuera en el huerto. Quizá   sea la higuera a uno de los frutales del huerto que a lo largo de este año   comparativamente menos  ha aumentado su tamaño, de hecho ha crecido  y sobre todo se ha  fortalecido, pero su  crecimiento  es  mucho  menor que las otras  higueras,  de mucho menos tamaño, que puse  junto  a los frambuesos por si esta tenía problemas para prender   y había que sustituirla por ellas.

verano del 2010

Pero eso no quiere decir que la higuera no haya crecido, que lo ha hecho, pero no  ha  desarrollado el  mismo  potencial que otros frutales.

Verano del 2011

Al trasplantarla como un arbolito joven el agarre del árbol ha resultado más difícil para ella. Era un árbolito bastante desangelado, que al llegar la primavera podé e  intenté organizar con dos ramas desde donde  crear  la cruz del árbol, eliminando una de las que tres que había y con ello  el crecimiento más lateral que poseía.

Hojas y pocos higos

Tambien he intentado que ambas cañas quedasen a un mismo nivel, para asegurar los nutrientes entre las dos cañas de forma equilibrada, para ello he atado las cañas en la posición que pretendo mantengan en el futuro.

Higuera en enero 2012

Higueras pequeñas en enero2012

A lo largo del verano la higuera en la posición en la que está no ha  recibido demasiada agua, de hecho solo la que de vez en cuando se le daba  a un rosal que hay junto a ella. Esta creo que es la causa de su menor crecimiento frente a las demás higueras que están  junto a los frambuesos y han tenido riego regular todo el verano.

Higueras pequeñas verano 2010

Nuestra higuera  es una higuera breval, este año aunque ha iniciado una serie de pequeños higos solo ha llevado a término alguno de ellos  y estos han sido de pequeño tamaño y no ha dado todavía ninguna breva. Esperamos  que este año próximo  vaya a  más ya que se la ve fuerte.

De  momento este año ya la hemos abonado, lo mismo que al resto de los frutales y  se le ha cuidado el tronco que tenía daños en la corteza, solo nos queda esperar a ver que tal le va. ©

El abonado de los árboles frutales

Abono bien descompuesto de caballo para la higuera

Este año ha habido un buen desarrollo de los frutales del huerto, su crecimiento ha sido tanto en altura como en desarrollo del tronco, encontrándonos ahora con  unos arbolitos bien consolidados en general de diferentes edades en función de su tamaño inicial.

Humus enterrado bajo la paja para el cerezo

En invierno los árboles frutales entran en su periodo más intenso de descanso, pero al mismo tiempo se están desarrollando en ellos una serie de  cambios sobre todo a nivel de las yemas  que permitirán el despertar  de la floración en primavera.

La pera Conferencia con el abono semienterrado

Es ahora a comienzos del invierno cuando resulta conveniente proceder al abonado de estos árboles frutales.

Este abonado debe realizarse de forma que  suponga una reserva de nutrientes que se vayan liberando lentamente y estén  a disposición de los árboles para cuando estos los  necesiten y además los  fortalezca  ante el frío  invernal.

Acolchado bajo el manzano Fuji

Normalmente  este abonado debe realizarse con abono bien descompuesto  y  este abono no debe colocarse  no solo en torno a  la corteza del árbol sino extenderse en toda la superficie del suelo que ocupa la copa del mismo.

Tronco torcido pero fortalecido respecto al año anterior

Este abono  puede no solo ser  abono bien descompuesto sino también puede emplearse humus, o incluso  tierra vegetal, resultado de la descomposición de materia vegetal.  Al extenderlo sobre el suelo   se puede cubrir ligeramente con tierra para  facilitar  que conserve sus cualidades, especialmente en el caso del humus, y para que las lombrices puedan  comenzar  a incorporarlo al suelo.

También es posible cubrirlo bajo  una capa de paja si se ha realizado el empleo de acolchado bajo los árboles.

Manzano joven

La cantidad de abono depende del tamaño del árbol y de cómo sea el abono, para los que yo tengo medio kilo de humus por árbol es más que suficiente, y en algunos he empleado  abono bien descompuesto  de caballo, dejando como una capa de dos centímetros bajo   toda la superficie de la copa.

En esta época en ocasiones  el suelo se encuentra muy pesado  y en esos caso  no se debe cavar sino meramente extenderlo por encima, dejando que el mismo se vaya integrando a través de la macro y microfauna del suelo.©

Las heladas invernales para los árboles frutales en la submeseta norte

Peral joven

En la meseta castellana las heladas invernales son una realidad año tras año, pese al evidente cambio en las características climáticas que el fenómeno del cambio climático está generando.

Estas heladas oscilan desde los 0 º  y los -15º que pueden alcanzarse algunas zonas y momentos.

Los árboles en este periodo pueden sufrir graves daños que están en relación con las circunstancias concretas de cada árbol, con la edad del mismo y con el tipo de adaptación a la temperatura que haya podido tener lugar.

Yema pera conferencia

Desde finales del verano y desarrollo del otoño, los árboles inician un descenso de su actividad vegetativa, y una progresiva adaptación al frío. En este periodo esta adaptación se traduce en una maduración de la madera creada en el año, en una primera fase, con un consiguiente endurecimiento de la misma en la segunda, completándose al final de la misma un proceso de lignificación que coincide con la fase de reposo profundo.

Si las temperaturas descienden de forma previa a la finalización de este proceso de lignificación el árbol puede sufrir daños.

Esquema tomado del libro: Tratado de arboricultura frutal de F. Gil-Albert Velarde

Fisuras en la corteza producidas por la acción del hielo

Estos daños pueden afectar a las yemas, la corteza, madera joven de uno a tres años, las raíces, ….. en relación con las circunstancias propias de cada árbol.

Las raíces son especialmente sensibles si las temperaturas descienden de forma importante, más si coincide con niveles de encharcamiento en el huerto, pudiéndose destruir por necrosis una parte importante del sistema radicular, sobre todo si las raíces de los árboles no han sido colocadas a una profundidad suficiente. Hecho que no se percibe hasta la llegada de la primavera, cuando el árbol tras la floración que se produce a expensas de las reservas de sabia la madera, muere.

Daño cicatrizado, producido por hielo en árbol viejo

Las yemas , especialmente las de flor también pueden sufrir daños en este periodo. Así mismo si los fríos vienen pronto se pueden producir daños graves en la corteza, sobre todo en las zonas orientadas  al sol, por la quemadura que provoca  la acción del sol sobre la zona expuesta de la corteza.

Los árboles jóvenes son los que más pueden sufrir en este periodo, pues su formación es muy incipiente, pudiéndose lesionar yemas y tronco.

Un aspecto importante en las zonas con temperaturas frías es el no realizar los trasplantes de los árboles  antes de ciertas fechas, pues las heladas tras los mismos generan problemas más graves al penetrar en las capas del suelo lesionando gravemente las raíces.
Estos aspectos realmente interesantes   y otros muchos sobre arboricultura, los podemos encontrar en el libro: Tratado de arboricultura frutal de F. Gil-Albert Velarde, del que podemos ver una parte  aquí

Los frutales en el huerto ecológico

Ciruelo Damasceno

Uno de los aspectos más interesantes de la producción  de autoconsumo de un huerto es la producción de la propia fruta. Es cierto que es necesario en esa producción disponer de espacio más amplio que el que se necesita para la mera producción de hortalizas, pero el resultado final resulta muchísimo más interesante.

La fruta hoy en día resulta imprescindible en la dieta, y es una parte importante del presupuesto de  comida.

Manzano del país

Partimos del hecho de que buscamos una alimentación de calidad  y para ello es imprescindible incorporar  fruta a la dieta. Si esta es de producción propia,  la calidad  final la determinamos nosotros a través de la alimentación y cuidados que aportemos a nuestro huerto.

Cuando uno crea un huerto desde cero, y desea tener frutales hace una apuesta de futuro y  uno de los primeros planteamientos  que se hace es  qué frutales desea, y cómo los va a conseguir.

Pera Conferencia

Lo más frecuente es acercarse al vivero respectivo y plantear unas necesidades básicas: manzanos, peras, cerezos, melocotoneros. Los árboles de vivero suelen ser árboles de 1 o 2 años,  que en ocasiones nos dan fruta desde muy pronto.

Pero yo en particular no tengo demasiada buena experiencia con ellos, pues casi siempre   hay una perdida  de árboles significativa y estos no llegan a sobrevivir al verano, a veces ni a  finalizar el primer año.

Así en mi caso compramos en el vivero: 3 manzanos( Golden, Reineta, Fuji) de ellos el reineto no termina de tener buena pinta; una pera conferencia, un almendro, un acerolo (con mala pinta en estos momentos), un melocotonero,  y un alberchigo (estos dos últimos se murieron tras las heladas de la primavera). El resto de los frutales  que planté los había ido acumulando a  la espera de tener aquí mi huerto, a través de semillas propias e injertos en ellos.

Cerezo injertado

Así había ido reuniendo varios tipos de manzanas más: Diferentes tipos de Reinetas, Camuesas, de verano  de la zona, Morro de liebre, Rojas de invierno; 2 perales más, pero tengo que poner alguno más con injertos en Espino Blanco que hay mucho en la finca,  con   variedades de la zona, 2 nogales,  3 cerezos, de ellos solo 1 estába injertado ( los otros están con injertos de  yemas esperando a ver que sucede), varios avellanos, algunos de semilla, varios tipos de ciruelos, un Guindo ( fue el único de los míos que se murió), 3 higueras, un melocotonero bravo y varias membrillos, así como varios Espinos blancos sin injetar y varios Endrinos, que ya veremos que podemos hacer con ellos.

Son árboles que tardarán más, la mayoría,  en producir fruta,  pues han salido de semilla,  se les ha injertado,  y tardarán en terminar de crecer, pero pasado el periodo inicial serán árboles fuertes y resistentes.

Con algunos de ellos seguiremos experimentando, aprendiendo y practicando.

No todos sobreviviran, aunque este año incorporaremos alguno más en el invierno,   y al cabo de de 3 a 5 años su peso en el huerto será significativo.

En su mayoría serán árboles de tamaño medio, a los que la poda dará la forma definitiva.