Las espalderas de árboles frutales son un sistema que permite tener una elevada cantidad de frutales en poco espacio, con elevados rendimientos en producción y un buen aprovechamiento de los recursos. La tendencia general, cada vez más, es de realizar frutales a la carta, para, reduciendo el tamaño de los árboles, colocar un elevado número de plantas en poco espacio, buscando los mayores rendimientos.
Hoy en día la tendencia es de colocar las plantas en un marco e plantación muy intenso, en ocasiones se llegan a a colocar separados solo unos 0,80 m. En nuestro caso no hemos colocado un marco de plantación tan intenso, sino que hemos ido colocando los árboles con una separación entre las calles de 4 m y cada frutal separado de su vecino a unos 2,5 metros. Con ello tiene espacio para desarrollar la espaldera, como 1, 25 m cada lado del tronco principal.
Se organiza así la distribución de las ramas principales de los árboles en paralelo, con una orientación norte-sur y de forma simétrica en tono a un eje principal. Los árboles ya en su segundo año completo en el huerto se encuentran en pleno crecimiento. Una buena parte de ellos están con las ramas bien establecidas, y aquellos que no tienen una disposición regular estamos orientando la poda en verde y el crecimiento de las ramas que dejamos, para conseguir los resultados esperados.
Desde el establecimiento de la espaldera hemos ido atando las ramas a los cables y se han ido recortando las puntas de las ramas donde no interesa mucho crecimiento. Tras las heladas tardías mucha de la flor no cuajó y solo presenta fruta una pequeña parte de los frutales. Lo que por otro lado puede ser bueno para fomentar el crecimiento.
Los árboles este año no han recibido abonado de invierno. Si que es cierto que se les ha dado diversas rociadas de extractos vegetales y de algunos bioabonos. Ya han recibido dos riegos y se ha establecido un periodo de reposo entre riego y riego de unos veinte días. ©