Cada tierra tiene sus promesas y nos ofrece sus delicatesen y en la planicie de Castilla, con sus terrenos baldíos aparece la seta de Cardo: Pleurotus eryngii. Una maravilla gastronómica que como hongo saprofito se desarrolla sobre las raíces en descomposición del cardo corredor: Eryngium campestre, un cardo que gusta de las estepas y de los suelos áridos del interior de la España peninsular, donde en otoño y primavera si las lluvias lo permiten van a desarrollarse.
Este año tras las lluvias intensas del mes de octubre la temporada de setas de cardo está viniendo buena. La ausencia de heladas unido a la presencia de lluvias y temperaturas suaves mantiene el sustrato de forma adecuada para su desarrollo.
Es una seta afamada que es objeto de deseo para los seteros y para aquellos que disfrutamos con ellas, por lo que nos lanzamos a los baldíos periurbanos que llevan sin arar dos o más años, donde se desarrolla el cardo corredor. Allí recorriendo con calma el terreno iremos descubriéndolas entre la vegetación.
La seta crece muy pegada al suelo, en aquellos lugares donde la hierba no es muy densa. Con un sombrero de color marrón oscuro, pero puede aclararse a lo largo del proceso de desarrollo. Su tamaño depende del año hidrológico y de la riqueza de nutrientes, yendo desde los 3 cm a más de 10.
El pie es excéntrico y de color blanco, está conectado al sombrero con láminas decurrentes, no habiendo diferencia significativas entre ellos. La seta tiene una textura firme y consistente por lo que es necesario el uso de una navaja para separarla del suelo y no dañar el micelio. La cercanía al suelo y el tipo de terreno favorece la presencia de cierta cantidad de arena, lo que obliga a lavarlas la mayor parte de las veces antes de su consumo.
La paciencia es una de las claves de un buen buscador de esta seta, ya que dado su color y la presencia de la vegetación favorecen que se camufle, confundida como piedra o como hoja, con mucha facilidad. Por ello es frecuente la presencia pausada del buscador que recorre el terreno mirando al suelo, en especial en aquellas áreas donde ya ha encontrado, pues tienden a aparecer cercanas a otras.©