Haciendo sidra en el huerto

Este año ha sido de una buena cosecha de manzanas, todas ellas de cultivo ecológico. Muchas manzanas que había que intentar aprovechar en la medida de lo posible. Por ello nos hemos dedicado a realizar sidra de manzana. La experiencia dicen que es la madre de la ciencia y haciendo se hace camino. Por ello nada mejor que ponernos en marcha e intentar aprender.

En el proceso de elaboración de la sidra se suelen emplear diferentes tipos de manzanas, algunas más dulces y otras más ácidas. Pero eso no iba a ser problema había manzanas de ambos tipos. Podíamos probar como resultaba de la mezcla de estas.

Lo primero y necesario era triturar las manzanas con los medios a nuestro alcance. El conservar la piel es imprescindible pues en su superficie hay levaduras naturales, además de aportar otros elementos como taninos y pectinas. También le quitamos el corazón a las manzanas.

Trituramos las manzanas empleando una batidora de vaso. Para triturar de forma fácil es importante mantener bastante líquido en el proceso. Por eso para elaborar cantidades importantes (hablamos de unos 10 litros de zumo) ir usando el propio zumo que va saliendo de las manzanas.

Las manzanas trituradas las fuimos filtrando con un colador de tipo chino chino. Con ello separábamos la pulpa del zumo. Parte de ese zumo se reutilizaba para moler la tanda siguiente.

El zumo colado se colocaba en los recipientes que se iban a usar. El proceso de fermentación es un proceso bioquímico por la actuación de las levaduras, bacterias lácticas y bacterias acéticas. La fermentación alcohólica es la primera que se produce liberando alcohol y CO2, luego continúan la fermentación maloláctica y la fermentación acética.

El proceso es conveniente realizarlo en ausencia de oxígeno. Para ello hemos empleado un globo. El globo se pincha con una aguja, de ese modo cuando el globo se hincha por la presencia del CO2, el aguajero se abre y actúa como una válvula que lo libera, volviéndose a cerrar a continuación.

El proceso de fermentación se mantiene mientras el globo se mantiene inflado (El tiempo depende de las temperaturas y las levaduras). Cuando se desinfla debemos filtrar el liquido resultante que se ha clarificado, y presenta a veces espumas y casi siempre un poso en el fondo. Este paso lo hemos realizado empleando filtros para el café. La sidra ya está hecha. Ya se puede consumir. Hasta punto hemos llegado.

Pero la sidra está viva, cargada de fermentos. La fermentación maloláctica, sino se bebe, va a continuar. Debemos envasarla en ausencia de oxígeno. Para ello llenamos las botellas hasta arriba y la dejamos bien cerradas, en un lugar fresco, de temperatura constante. La sidra va a continuar madurando y nosotros seguiremos aprendiendo. Habrá que ir probando.

El siguiente paso es la fermentación acética, que genera vinagre, pero ese paso a la sidra no le interesa, hay que en lo posible evitarlo, de no ser así tendremos un buen vinagre de sidra. Si todo va bien, salga como salga, no hay pérdidas en este experimento.©

2 comentarios en “Haciendo sidra en el huerto

  1. SEAR VER PE

    Impresionante todo el complicado proceso de elaboración de la sidra, uno piensa el ingenio del hombre para llegar a las conclusiones deseadas, requiere imaginación y conocimientos específicos de lo que se está realizando.

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    1. Encarnación Autor

      Por mi zona se suele decir que cuando el diablo no tiene que hacer con el rabo espanta las moscas. Si ha eso se suma la curiosidad y el interés, te encuentras con muchas posibilidades. Me imagino que a nivel industrial y con la maquinaria adecuada resulte mucho más sencillo. Un cordial saludo

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