Esta semana he terminado de recoger los pocos pimientos que quedaban de la cosecha de este año, había cuatro hileras plantadas, después de que la heladas de las noches pasadas les chamuscaran la zona superior de sus hojas. Se acabo el recoger, es hora de hacer una valoración de la cosecha.
Todos los pimientos plantados procedían de siembra propia. He sembrado variedades muy diferentes, que iban desde las ñoras, pasando por los de padrón, Italianos, choriceros, de morro triangular, morrones, amarillos, najeranos, de cuatro morros.
El inconveniente principal de este año fue que como en los inicios de la primavera no hubo calor, las plantas, pese a estar en el invernadero, fueron bastante retrasadas. Por ello tras el trasplante les costó arrancar, pero eso fue un fenómeno que por lo visto afectó a toda la zona, salvo en los de cultivo más industrializados.
Ya en su emplazamiento definitivo, les podé los brotes inferiores y arropé con extractos fermentados de tomate y ortiga, con los que fueron acelerando su crecimiento. Pese a que hubo flor, no fue un año de excesiva polinización.
Con todo, la cosecha en general no ha ido mal, aunque en mi caso si ha sido desigual dependiendo del tipo de plantas.
- Muy buenos en el caso de los Morrones, que tuvieron plantas fuertes cargadas de grandes y magníficos frutos, también en el caso de los pimientos de padrón, 5 grandes plantas cargadas de frutos que han estado refloreciendo hasta los últimos que recogí esta semana.
- Buenas las ñoras y los pimientos choriceros, muchos frutos y plantas bien desarrolladas y muy sanas, que se han mantenido hasta el final.
- En el caso de los italianos salieron tardíos y ha sido ahora al final cuando han criado sus frutos.
- Pocas las plantas de los pimientos amarillos, pero especialmente dulces y sabrosos, intentaré poner más al próximo año.
- Muy estropeada la raza de los pimientos de cuatro morros y los najeranos, salieron de tamaño más pequeño de lo que deberían, como si se hubieran hibridado. Quizá deba replantearme cómo los siembro, y alejarlos unos de otros.
- Finalmente un batiburrillo de plantas con pimientos que tenían características mezcladas, consecuencia de esa hibridación natural que debo evitar, aunque algunas han dado bastantes pimientos.
En todo el proceso solo hubo el caso de una planta que se secó posiblemente, por la acción de algún hongo del tipo Phytophthora, pero, tras regar las hileras con extracto fermentado de cebollas, no volvió a haber signos de problemas en ninguna de ellas. ©